Fútbol y racismo

Me quitó el sueño un debate en una emisora de radio sobre lo ocurrido en un campo de fútbol, donde, al parecer, se produjeron gritos racistas contra un jugador del equipo contrario.

Sin salirse de lo políticamente correcto, condenado los gritos, los intervinientes dieron sus opiniones, más o menos congruentes, analizando las causas del problema y las soluciones a adoptar.

Entre las causas se aceptaba por la generalidad la falta de educación de algunos de los que asisten a los encuentros, lo que bien puede ser cierto, y entre las acciones se afirmó que los jugadores del equipo visitante deberían haber abandonado el campo como protesta.

Este debate me trajo a la memoria otro hecho, que se repite desde hace unos años en nuestros campos de fútbol, y lo peor es que se acepta, cuando juegan determinados equipos y suena el Himno de España. No he oído nunca una tertulia radiofónica tan larga y animada sobre este asunto. No se ha hablado de suspender el partido si se producen silbidos mientras suena nuestro Himno. ¿Acaso el símbolo de todos nosotros no merece el mismo respeto que un jugador de color? Como se aceptaron los silbidos al Himno una primera vez, ahora ya es norma para ciertos hinchas, y no hay que descartar que aquella impunidad haya animado a otros a manifestarse contra algún determinado jugador. Me agradaría que ante un silbido al Himno se vaciara el campo y se jugara a puerta cerrada.