Lección de Historia

«La derecha de hoy es heredera del franquismo»: la repetición constante de esta máxima la ha convertido, de manera torticera, en un axioma para aquellos menos avezados y doctos en asuntos de Historia, los mismos que luego reparten carnés de demócratas, felices ignorantes que prefieren obviar que fue precisamente el último franquismo el que inició la transición hacia la democracia. Hoy en el PSOE son los más furibundos antifranquista porque Franco está muerto porque, ¿para qué recordar los cuarenta años de silencio por los que cómodamente optó el socialismo español mientras el PCE se fajaba en la lucha contra la dictadura?

Aprovechen estos días de asueto para ir a YouTube y desmontar dicho mantra de manera argumentada: busquen la votación de la Ley para la Reforma Política de 1976, donde las cortes franquistas votan sí a su muerte, donde el oleaje final del franquismo tomó conciencia de que la dictadura era un mal necesariamente a extinguir, y solo de manera democrática España podía seguir avanzando. Podrían haber votado no, perpetuando la dictadura a saber cuantos años más, o incluso conducirnos a un nuevo conflicto armado, pero optaron por el sí: sí a la convivencia, sí al diálogo, sí al diferente, siempre adversario y nunca enemigo, todos dentro de la ley, casi una utopía en la actualidad.