Es Sánchez

Tú, que sin ser cargo agradecido, periodista afín ni militante acreditado sigues votando al PSOE. Tú, que quizás piensas que ese partido se afana más que otros por la libertad, la igualdad y la fraternidad, y que prioriza la justicia social, la supresión de privilegios, la protección de los débiles, la defensa, en suma, del Estado de derecho que nos iguala ante la ley. Tú, que sostienes que la Transición fue fruto de una sincera voluntad de reconciliación y concordia, y que la Monarquía Constitucional es la forma de Estado que brinda mayor estabilidad institucional. Tú, que sientes la unidad de España como la mejor garantía de igualdad entre españoles, y lo que mejor preserva sus vidas, su hacienda y su futuro.

Tú deberías saber que nada de lo dicho tiene que ver con lo que hoy está negociando el PSOE con separatistas y filoetarras. Todo lo contrario: la amnistía, el referéndum y el engendro del Estado plurinacional representan la victoria de un prófugo sobre la Justicia, del privilegio supremacista sobre el Estado de derecho, del republicanismo frentista sobre la Monarquía Constitucional y del secesionismo sobre la Nación española. Y debes saber que esta infamia no se consumará en aras del «progreso», la convivencia o el bien común, ni para frenar lo que llaman «ultraderecha». El verdadero motivo no es otro que el ansia de poder de una sola persona, Pedro Sánchez, ese ególatra inmoral que no reparará en gastos –que pagaremos todos– para lograrlo. Si lo consigue, el daño puede ser irreparable, pero entonces recuerda que fue gracias a tu voto.