Reflexión sobre la sesión de investidura

Transcurridas las primeras 48h de la sesión de investidura a la presidencia del gobierno del partido ganador de las pasadas elecciones generales del 23-J en nuestra sede institucional, de la persona designada por el Rey Felipe VI, según los artículos de nuestra Constitución, en la persona de Alberto Núñez Feijóo, no puedo sino reflexionar sobre las distintas situaciones que vivimos, bien sea por la retransmisión directa de los acontecimientos o por los medios de prensa y radio allí presentes y la información trascendida.

Al Sr. Feijóo, solo puedo felicitarle por su categoría de persona, de político, de conocimientos, de seriedad y compromiso con todo aquello que expuso, pero sobre todo por su respeto a cada uno/a de las personas, instituciones, partidos políticos y diputados en general a los que se dirigía. Estoy segura de que incluso «sorprendió» a muchos de nosotros, pero su comportamiento no ha dejado dudas. Es usted la mejor opción que deberíamos tener para esta nueva legislatura y espero que, si la segunda opción, la investidura de Pedro I El Mentiroso, si el Rey considera proponerle, aunque sea de la mano de los grupos políticos que odian nuestro país y quieren romper nuestra convivencia, no se confirme y vayamos a nuevas elecciones, donde muchos de nosotros no podemos olvidar el bochornoso espectáculo en la sede de la soberanía nacional estos días pasados y aplicar los apoyos necesarios, para lograr mantener la unidad de España.

El partido socialista ha tenido una actitud impresentable, con una falta de respeto y de modales ante su opositor y ante todos nosotros, impresentable el diputado por Valladolid Óscar Puente y usted, felicitándole y riéndose. ¿Por qué no dio la cara? ¿Por qué no subió usted a la tribuna, como marcan las normas de la Carta Magna? Es usted el peor representante del PSOE de las últimas décadas y el presidente en funciones capaz de hacer cualquier cosa con el único fin de perpetuarse en la Moncloa.

Y no hablemos del resto de partidos, nacionalistas, independentistas, radicales de izquierda, vinculados algunos de ellos a terroristas que tanto nos hicieron sufrir, a prófugos de la justicia por malversación, rebeldía con las leyes vigentes y provocación de referéndum de independencia de zonas de nuestra España. El único objetivo que buscan es desprestigiar todo lo que representa nuestra Monarquía Democrática, nuestra Constitución de 1978 y nuestros recuerdos de aquellos políticos de todas las ideologías, que solo pensaban en nuestra patria y en buscar la unión entre todos, con generosidad, con lealtad y con sacrificios.