Cartas al director
Me gusta la fruta
En los albores (que no Albares) de los años noventa del pasado siglo se inventó una divertida serie titulada Los Fruittis. En ella convivían amigablemente (nada que ver con nuestra España de hoy) una niña llamada Kumba, un higo chumbo (Pincho), la piña Gazpacho y Mochilo el plátano. Estoy convencido de que doña Isabel Díaz Ayuso era fiel seguidora de estos dibujos infantiles y que ello derivó en su actual afición a la fruta. No le encuentro otra explicación a las palabras que dijo para su cuello o para sí misma cuando el pasado día 15 y en el transcurso del debate de investidura musitó (parece ser) un «me gusta la fruta», cuando el candidato a la presidencia del Gobierno, señor Sánchez, se refirió a ella con simpatía. No sé qué entendería la presidenta desde la tribuna de invitados ni lo que le entendieron a ella leyendo sus labios (una cosa muy fea por lo visto), pero yo me decido a escribir estas líneas porque también me pareció que decía «me gusta la fruta».
Haciendo gala del tradicional humor de derechas (valga la redundancia), doña Isabel dio las pertinentes explicaciones del hecho en la Asamblea de Madrid, no sólo del asunto frutícola, sino aclarando además unas palabras de la señora García («me mola» por «mongola») y el «qué pacha» por el despectivo «facha». Me consta que el Gremio de Fruteros de la Villa está preparando un homenaje a tan insigne propagandista y me parece oportuno. Y espero que se den prisa, pues al paso que va el fruterío nuestro querido país pronto será (con perdón) una casa de frutas.