Fundado en 1910

23 de septiembre de 2024

Cartas al director

Quilombo

El DRAE, en su segunda acepción lo define como lío, barullo, gresca y desorden; Argentina acaba de celebrar elecciones presidenciales con dos candidatos atípicos, en realidad todo lo es en ese país; la República Argentina dispone de 225 psicólogos por cada cien mil habitantes, la mayor tasa a nivel mundial; por algo será. Otrora un país que nadaba en la abundancia, una tierra promisora receptora de emigrantes, de oportunidades gracias al trabajo, pero que desde hace décadas se ha desmoronado arruinada por políticos corruptos, ineptos, demagogos cantamañanas que han ido tejiendo una red, una tela de araña que asfixia al pueblo argentino; una casta nefasta que ha asolado la clase media, columna vertebral de la sociedad. Pobreza, miseria, penuria y carestía son los cuatro puntos cardinales por los que se guía la nación austral. Una sociedad esquilmada por una élite, una estirpe que se ha comportado como una plaga de langostas. Ya lo dice el famoso tango: «El que no llora no mama y quien no afana es un gil». Los argentinos se han agarrado a un clavo ardiendo que les promete y ofrece aquello que ansían, un nuevo amanecer. ¿Mesías, visionario, soñador? Visto desde este lado del océano sorprenden cierto tipo de candidaturas, pero ¿si viviéramos aquí con una inflación del 143 %, una pobreza del 40 %, una inseguridad galopante, una moneda basura, a qué tabla nos agarraríamos? El pueblo soberano ha decidido que Javier Milei arregle el quilombo, su quilombo; respetemos su decisión.

Francisco Javier Sáenz Martínez

Comentarios
tracking