Triste deriva de nuestro futuro como país

Llevo unos días siguiendo a los medios de comunicación y la tristeza que me embarga y creo que a millones de españoles, es la deriva política y constitucional que estamos soportando.

Se cuestiona la Constitución, se cuestiona la Monarquía, se cuestiona al partido político con mayor representación parlamentaria, se cuestiona nuestra imagen como país histórico y nuestra convivencia como democracia, que nos dimos con amplia mayoría hace ya 45 años. ¿A dónde quieren llevarnos?

La amnistía que están pregonando, pactando y consolidando a la espalda de la mayoría de los españoles, nos llevará a la ruina como país, como institución, como garantía de convivencia y como legado de un pacto histórico que trabajaron y admitieron con lealtad, compromiso y respeto los políticos de una época, que nada tienen que ver con los actuales y menos aún, con el PSOE moderno, que nada tiene que ver con lo que fue y lo que intervino el PSOE de los años 70, para conseguir lo que nos dimos y aceptamos entre todos, con mayoría absoluta, un «régimen constitucional con una Monarquía Democrática, muy bien defendida y representada por nuestro entonces rey Juan Carlos I».

La falta de educación, la poca preparación académica y política de muchos de los actuales dirigentes, el insulto permanente, la agresividad en los mensajes, el atrevimiento a cuestionar gestiones y dirección política con esfuerzo y generosidad, no es de recibo. No nos representa, ni como nación, ni como cultura, ni como democracia. Estamos siendo cuestionados a todos los niveles y Pedro I El Mentiroso sigue apostando por ese camino emprendido de acoso y desprestigio, a todo lo que significa nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestro pensamiento.

Qué lastima perder el respeto, la dignidad y la justicia, solo para darle voz y mando a unos independentistas, separatistas y terroristas, que solo quieren destruirnos. Acabar con nuestra unidad y cultura. Olvidar la historia y los difíciles momentos que nos precedieron y dar rienda suelta a quien quiere acabar con España.

No merecemos los españoles de bien, y somos muchos, la situación que estamos viviendo y sobre todo, no tienen derecho los actuales mandatarios, a dejar a nuestros descendientes esta miserable situación política, social y económica.