Carlos Marx visita España

Marcelo Gullo está despertando a España. No sé lo que España tardará en despertar. Al descubrir cómo Inglaterra ha elaborado la leyenda negra como arma de dominación geopolítica, el profesor Gullo nos está mostrando, una vez más, que la misma se sigue utilizando contra España.

Sostiene este profesor que para la dominación de un pueblo es esencial contar con un relato falso que le subordine culturalmente, lo que se hace desprestigiando a través de mentiras todo lo que para ese pueblo pueda resultar valioso. Así se hizo con la labor de España en América y así se ha hecho y se está haciendo –con la importantísima cooperación de la jerarquía de Iglesia– con la labor económica y social del Régimen político que derrotó al comunismo.

Pero para que esa subordinación cultural tenga éxito hace falta un ejército de ocupación que lo logre, ejército que ya existe y que va robusteciéndose cada vez más con el apoyo por supuesto de la sociedad internacional, en particular del Reino Unido, los Estados Unidos de América y lamentablemente la UE, de la que somos la oveja negra.

El ejército en cuestión tiene tres batallones: el de la dominación mediática, el de la dominación burocrática y el que organiza el nepotismo político y financiero. Por el primero se adormece al pueblo con el cuento de las ayudas al bienestar que se reparten entre cada vez más con cada vez menos hasta hacer llegar a todos prácticamente nada. Por el segundo se nombran comisarios políticos que fiscalicen y sometan a los funcionarios de las Administraciones públicas. Por el tercero se constituyen los cuadros de mando responsables del poder político y económico que siguiendo consignas del imperialismo comercial internacional se dedican a expoliar a las clases medias, destruir el tejido productivo y transformar España en un territorio colonial multinacional por no decir multirracial. Y a la cabeza de este nuevo reino ya no es necesario un rey, que no ha protegido en absoluto a su pueblo, sino que nos basta con un tirano y eso ya lo tenemos. Marcelo Gullo, como un nuevo Marx, nos lo está revelando. Menester es que ahora el pueblo –como antaño los proletarios– se revuelvan y se rebelen.