Retos imposibles

El desenlace atropellado de los recientes acontecimientos políticos apunta a que este tornará a fatal cuando las cartas del señor Puigdemont muestren que iba de farol y que las negociaciones por conseguir de su favorable posición electoral los máximos beneficios legítimos para Cataluña, no eran sino la trama maquiavélica de un independentista convertido a kamikaze en Waterloo , en la que estos, por descarados, absurdos e inviables no representan un fin sino un medio de lograr la crispación nacional global sembrando el máximo rencor entre ciudadanos en el menor tiempo posible. Estamos pues a las puertas de la que puede ser la más fructífera de las batallas ganadas, no por el independentismo, por Puigdemont, al haber conseguido llevar la guerra al campo donde mejor se mueve, más allá de lo racional y fraternal, más allá de la política.