El valor añadido del día a día

De vez en cuando suelo realizar algún viaje que, en mi condición de jubilado, suele ser de puro placer. Recientemente he visitado Sevilla, Aragón en su conjunto y Valladolid. Siempre llego a la misma conclusión durante el trayecto que, por cierto, es de cientos de kilómetros; miles y miles de camiones de alto tonelaje, otros más pequeños de servicios y furgonetas de reparto, además de miles de automóviles, unos que, como yo, van a pasar unos días de disfrute, lo que conlleva hotel, restaurantes, etc., otros se desplazan a intentar vender el producto que representan o a cerrar algún negocio importante; en fin, para no cansar, si todo ese movimiento diario representa un importantísimo valor añadido y teniendo en cuenta la deuda monstruosa contraída por el Estado Español, ¿dónde está todo ese dinero que va a las Arcas Públicas?