Cartas al director
Fútbol bajo sospecha
¿Por qué le daría ese beso a Jenni Hermoso? Debe preguntarse Luis Rubiales, desde los gestos obscenos en el palco, al beso a Jenni en la entrega de trofeos como campeonas del mundo, todo le ha ido de mal en peor. Dijo que no dimitiría; tuvo que dimitir, los estamentos deportivos internacionales le obligaron y eso que se preciaba de ser amigo del presidente Sánchez. Nada ni nadie pudo salvarlo, todo iba en su contra. Las investigaciones de la UCO revelan un enorme entramado de corrupción en la RFEF. ¿Qué leches pasa para que los dirigentes del fútbol, desde internacionales a locales nadie quiera abandonar el puesto? En Aragón el presidente de la FAF anuncia que lo deja, está bien, pero ha estado treinta y dos años, me parece excesivo. En EE.UU. a raíz de que el presidente Franklin Delano Roosevelt repitió varios mandatos consecutivos y ante la posibilidad de influir en nombramientos de miembros de la corte suprema de EE.UU. esa circunstancia podría darle excesivo poder, de ahí surgió la vigésimo segunda enmienda que limita a dos mandatos como máximo, o sea ocho años, de esta forma se impide crear redes clientelares, algo así debe ocurrir en el fútbol. La influencia de este, el manejo de enormes cantidades de dinero con escaso y dudoso control, invita a los amigos de lo ajeno a trincar como si no hubiera un mañana por la impunidad que éstos dirigentes creen tener. Mientras esto no ocurra, la sensación será de que todo el fútbol está corrompido y bajo sospecha.