Cartas al director
El cáncer de la sociedad resulta ser la ignorancia
Hace unos días, participando en una charla, me quedé verdaderamente admirado de las opiniones tan coherentes y lúcidas, ante la situación de debilitamiento o declive de nuestras sociedades supuestamente democráticas.
Me exponían lo siguiente:
Estamos en una era en la que todo el conocimiento lo tenemos al alcance de la mano. El cáncer de la sociedad resulta ser la ignorancia.
Y más delante explicaban:
Es más fácil gobernar a ciudadanos sin cultura, sin educación, sin valores y enfrentados bajo falsos dilemas, que mirar al futuro y trabajar para construir una sociedad avanzada.
El escritor ruso Dostoyevski, en su obra, examina la psicología humana en el complicado contenido político, social y espiritual en la sociedad rusa a mitad del siglo XIX. Este escritor de forma contundente y previendo lo que ocurriría con la interpretación del concepto de tolerancia, dijo:
La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles.
Pues, ¡atención! Ese momento ha llegado a nuestra sociedad.
¿Y ahora qué nos está ocurriendo? ¿Volvemos a la insensatez, egoísmo e imposiciones dictatoriales?
Esta sociedad desmesuradamente expresiva en las redes sociales y que, en el contexto próximo, está falta de relaciones y, cada vez más, de cariño. Es impropio adherirse a lo material y ficticio. Inculquemos e invirtamos en fomentar el conocimiento en todos los medios a nuestro alcance, impulsemos el deporte, y, sobre todo, el diálogo entre familias y amistades.
Verdaderamente estamos en una sociedad llena de etiquetas, poder, miedo, dominación de una minoría hacia el resto, que fomentan y aceptan calumnias y engaños. Estamos faltos de una atención y apego, que haría que nuestra avenencia y trato con los demás fuera más humano.