Compromiso, dignidad y respeto

Después del impresentable acto en el Congreso de los Diputados, la casa común de todos los españoles, solo me queda afianzarme en las tres palabras que abren mi reflexión.

Usted, Pedro I El Mentiroso tiene una obligación como presidente del Gobierno y esa es, estar presente durante toda la sesión de control al gobierno y ser, personalmente, quien responda a todas las preguntas que se realicen por compromiso, respeto y dignidad de su cargo. El martes demostró una vez más, que mangonea toda la gestión que le compete a su gusto y proyecto, del cual nos tiene a todos en una opacidad manifiesta. Estuvo 15 minutos, hablo 4 y respondió al jefe de la oposición que le recuerdo, gano las elecciones del 23J y las europeas del 9J, como siempre desde el menosprecio más absoluto, pero usted, con sus acólitos sanchistas y sus acuerdos «bajo cuerda y semiocultos» con todas aquellas facciones y grupos políticos que solo buscan romper España, sigue «r que r», nosotros somos el gobierno progresista que beneficia a España.

¿A que España, Sr. Sánchez? A esta gran nación que usted con sus distintos compañeros de viaje quiere destruir, condicionando a los medios, al poder judicial, a las instituciones, a las empresas estatales y privadas, para que acepten o cumplan con su plan estratégico de destrucción total de aquella Constitución de 1978, que con tanto orgullo pactamos todos los españoles apoyados por todos los partidos políticos, incluido aquel del que usted procede, pero que nada tiene que ver con el que ahora promulga.

El PSOE de 1978 es lo opuesto en todos los sentidos al suyo de ahora, donde no existe ni el compromiso con el país y sus ciudadanos, no existe la dignidad y defensa a los derechos adquiridos, pero sobre todo falta el respeto a este gran pueblo y a sus compañeros de parlamento. Hablan y se dirigen usted y los suyos de una manera altanera, soez y sin categoría alguna.

Sea por una vez valiente, admita su situación llena de conflictos y convoque elecciones ya.