Cartas al director
Charos y marquesitos
La decadencia de la clase política, he visto patios de colegio con más madurez, integridad, lealtad y clase que nuestros políticos. La bancada norte, contra la bancada sur, asesores (unos cuantos) que escriben los discursos que después vomitan en la tribuna o desde sus mismos escaños. Para que después de toda la parafernalia, recojan sus maletines y a casa a descansar de tantísimo esfuerzo (nótese la ironía), con sus humildes sueldos, más las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función (no lo digo yo, lo dice el artículo 8.2 del RCD), así como gastos de trasporte, dietas e innumerables pluses que se tramitarán como «gastos varios».
Mientras tanto, tú, ciudadano promedio, intentando llegar a fin de mes por una miseria, creyendo que tu querido partido político, ese al que vas a votar con toda la ilusión, piensa en ti, en tu economía y no en su propio bolsillo.
Amigos de, familiares de, conocidos de… casualmente con puestos de personal laboral o eventual, personas que no tienen ningún tipo de formación en muchos casos, y tú con dos carreras, cuatro idiomas y sin encontrar trabajo.
Como dijo George Orwell: Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen invariablemente de gente que no está peleando. Que reflejado en nuestra sociedad viene a ser lo mismo. Nos enfrentan entre los ciudadanos mientras ellos calientan sillones y comen caliente.
Bancada norte, bancada sur, charos, marquesitos… Tenemos que hablar.