Cartas al director
Cuántas repúblicas
Todos los hombres somos hermanos, fue el lema de la Liga de los Justos en el siglo XX, hasta que se cambió por el proletariado de países socialistas, o sea la Liga de los Comunistas. Y llegó la crisis de la civilización, que fue el rechazo atemorizado de toda prosperidad y libertad. ¿Fue aquello un simulacro de República? Hoy después de muchas décadas de aquellos fracasos tenemos unos políticos pequeñitos de ideas. Llenos de mentiras y de imposturas que quieren implantar su democracia social a cuarenta y ocho millones de personas que creen saber lo que quieren, cuando no hacen más que querer lo que ha votado el pueblo español.
Estos politiquillos dicen que el pueblo está por la Republica, ¿Qué República? La primera. La americana, o la breve segunda española, aquella de la que el socialista Indalecio Prieto se arrepentía de dar un golpe contra ella.
El argumento de estos ignorantes de mente es que en la Monarquía Parlamentaria el pueblo no vota al Rey. ¡Ni falta que hace! Y en una República Parlamentaria no vota al presidente.
La democracia política tiene tres patas: la representativa de la sociedad, la electiva del Gobierno y la división en el poder estatal. Si damos por bueno el sistema electoral que tenemos (¡que es mucho dar!), entonces la Segunda República tuvo solo una pata, y coja, por eso se pegó el sopapo.
Al Rey sí le ha elegido la Constitución votada y aprobada por la inmensa mayoría del pueblo español. Por eso el Rey no tiene ideología ni pertenece a ningún partido. No tiene ni él ni su familia el derecho al voto.
Que no nos engañen, ni siquiera a Manuel Azaña, el último presidente republicano, el pueblo le votó. Y no digamos de los ignorantes catalanes que tanto pregonan eso de la República suya…