Cartas al director
Espectáculo lamentable
Después de 16 días de la catástrofe de Valencia estamos asistiendo a un espectáculo lamentable protagonizado por nuestra cada día más deficiente y en ocasiones perversa clase política. Por un lado, desde la derecha se trata de justificar, con bastante torpeza, por cierto, su deficiente gestión de la crisis y desde la izquierda, como ya se ha convertido en «marca de la casa» del sanchismo, se construye un relato para diluir sus responsabilidades y dañar todo lo posible a sus adversarios políticos.
Si bien las autoridades regionales y locales tuvieron una lamentable actuación en el control de los medios a su disposición y por el hecho de no disponer de unos protocolos que puedan ser implementados de manera inmediata, máxime cuando se trata de una región en el que este tipo de fenómenos es recurrente. Pero más grave si cabe la responsabilidad que debiera asumir el Gobierno de España quienes no solo no han acometido ninguna labor que pudiera regular los cauces fluviales en este tipo de situaciones, sino que han pretendido alterar lo ya realizado, amparándose en ridículas razones medioambientales de ecologista de salón .
En la respuesta, asumiendo el hecho de que era difícil de prever la magnitud de la incidencia, también hay que repartir responsabilidades: al gobierno valenciano la lentitud en adoptar medidas preventivas que, si bien no hubieran evitado la destrucción material, sí, al menos, hubieran salvado algunas vidas humanas. Pero, el gobierno central es un claro responsable de una negación de auxilio, ocultando información y el apoyo y no asumiendo las competencias amparadas por Ley.
Me pregunto hasta cuándo va a aguantar la sociedad española ser dirigida por este tipo de gobernantes: leones mandados por asnos.