Cartas al director
Chiringuitos
El pueblo español debiera protestar por el sarpullido de chiringuitos que nacen en el seno de la organización política española. El actual gobierno —aunque no en exclusiva— los siembra y desarrolla con el fin de encontrar acomodo a toda una plebe de desocupados que no encontrarían trabajo (?) si no es a costa del erario público. Y es el caso de que todo ello generalmente se hace a pesar de la ley pues los principios de igualdad, mérito y capacidad, precisos para acceder a la Administración Pública, son relevados de vigencia, de manera que el único mérito es el carnet del partido, el parentesco con los que mandan, el clientelismo, con el fin de amontonar masa electoral, cuando no el pago de servicios sexuales, a pesar del feminismo en la etiqueta y hasta medio para sufragar la pensión debida en casos de divorcio. Y ahí tenemos los ejemplos que llenan los medios de comunicación que no son de la Opinión Sincronizada y que recordarlos nos llevaría a ensuciar lo que debiera ser decencia democrática.