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Los misioneros se juegan la vida por llevar el Evangelio a los confines del mundoCathopic

Más de 20 misioneros católicos fueron asesinados en el mundo en 2021

En los últimos 20 años, 536 misioneros han perdido la vida ejerciendo su labor. África, el continente más peligroso para ellos en su tarea de acercar el Evangelio a los lugares más recónditos del mundo

Son 22 los misioneros asesinados en 2021 en el mundo. Dos más que el año anterior. En total, en las últimas dos décadas, 536 hombres y mujeres de Dios, con la misión de acercar a Cristo al mundo,  han perdido la vida ejerciendo su labor. África, todavía hoy, sigue siendo el continente más peligroso para ellos.

En este último ejercicio, según el informe de la Agencia Fides, han sido asesinados 13 sacerdotes, 3 religiosos (un hombre y dos mujeres), 6 laicos. En cuanto a la división continental, el mayor número se registra en África, donde fueron asesinados 11 misioneros (7 sacerdotes, 2 religiosos, 2 laicos); seguido de América, con 7 misioneros asesinados (4 sacerdotes, 1 religioso, 2 laicos); Asia, donde fueron asesinados 3 misioneros (1 sacerdote, 2 laicos); y Europa, donde fue asesinado 1 sacerdote.

Una misionera de Alcoy en Mozambique busca ayuda un hospital desde el que atienden a 9.000 enfermos de SIDAEuropa Press

«Testimonios de fe entre la violencia»

Según explican desde la agencia Fides, desde hace algún tiempo, la lista anual no solo se refiere a misioneros 'ad gentes' en sentido estricto, sino que trata de registrar todos los cristianos católicos comprometidos de alguna manera en la actividad pastoral que murieron violentamente, no expresamente «por odio a la fe».

Por eso, en el informe no utilizan el término «mártires». «Como lo demuestra la escasa información que se pudo recabar sobre sus biografías y sobre las circunstancias de su muerte, los misioneros asesinados no destacaron por sus obras, sino que simplemente daban testimonio de su fe en contextos de violencia, de conflicto social, de desigualdad, de explotación y de degradación moral y ambiental, donde la opresión del más fuerte sobre el más débil es una regla única, sin ningún respeto por la vida humana, por los derechos y por cualquier tipo de autoridad», señalan desde la Agencia Fides.

En este sentido, aseguran que fueron conscientes de todo y en muchas ocasiones habían nacido en esa misma tierra donde morían, por lo que conocían bien dónde estaban y no eran ingenuos.