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El Papa Francisco, en su última visita apostólica a ChipreAFP

17 refugiados procedentes de Chipre llegarán a Roma gracias a la mediación del Papa Francisco

Medio centenar de refugiados han sido acogidos por el Santo Padre desde su viaje apostólico a Chipre

El Papa Francisco ha querido repetir el gesto de acogida hacia los migrantes que ya protagonizó en 2016, cuando volvió de Lesbos a Roma. «Estas personas se sumarán a las 12 que llegaron a mediados de diciembre –según ha confirmado Gian Carlo Penza, de la Comunidad de San Egidio a Europa Press–. En total serán medio centenar».

Penza viajará hasta la isla de Chipre donde gestionará los últimos permisos para volar a Roma. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Fiumicino, los migrantes, que llevan consigo un visado momentáneo para poder entrar de forma legal al país, tramitarán la petición del permiso de asilo político, un proceso que puede tardar de cuatro a seis meses en el mejor de los casos.

El trabajo de Sant´Egidio

La organización católica es la encargada del proceso de acogida e integración en Italia, aunque es la Santa Sede la que correrá con todos los gastos en este caso.

Hace seis años, la Comunidad de Sant´Egidio, junto a otras realidades cristianas, firmaron un acuerdo piloto con el Gobierno italiano para traer de forma legal y segura a los refugiados, evitando así que se expusieran a los peligros de las mafias o de atravesar el Mediterránea en una barcaza. Las organizaciones religiosas –que costean todo el proceso– se encargaron de seleccionar a las personas y tramitar su integración en el país de acogida, mientras que las autoridades, por su parte, se hacen cargo de la seguridad y el aspecto burocrático de los permisos para conseguir la protección internacional. Actualmente son dos los países principales donde se implementan los corredores humanitarios. Se trata de Líbano y Etiopía con los que se ha firmado otro acuerdo para poder entrar en su territorio y hacer la selección en los campos de refugiados.

En este aspecto, Francisco ya habría solicitado a todas las diócesis europeas que colaborasen con sus respectivos gobiernos para ayudar en todo lo necesario en la acogida de los migrantes para evitar el drama humanitario que circunda nuestras fronteras. 

El Santo Padre decidió tener este gesto con motivo de su viaje a Grecia y Chipre del 2 al 6 de diciembre. Ya a finales del pasado año, un grupo de doce migrantes llegaban a Roma, el mismo día del cumpleaños de Bergoglio, a quien desearon una «larga vida y mucha salud» y le obsequiaron con un cuadro hecho por un refugiado afgano que representa el intento de cruzar el Mediterráneo de los inmigrantes.