El origen de 'Halloween' y las visiones 'terroríficas' de los santos
El origen del término Halloween en realidad es cristiano, la víspera de Todos los Santos en inglés es All Hallow's Eve, posteriormente derivó en el término actual
como todos sabemos Halloween es una fiesta pagana que se popularizó de nuevo en España, y con otro sentido, hace unos años por el influjo norteamericano. Lo ideal sería celebrar la fiesta de Todos los Santos y su víspera en su sentido cristiano y no adoptar la nueva tradición, que poco tiene que ver con la cristiana.
Esta fiesta ha retomado su sentido pagano 'gracias' a la creciente secularización de la sociedad. Pues el origen del término Halloween en realidad es cristiano, la víspera de Todos los Santos en inglés es All Hallow's Eve, posteriormente derivó en el término actual.
La tradición pagana de esta fiesta hunde sus raíces en el paganismo precristiano de Europa. Las tribus celtas celebraban el Samhain, que marcaba el fin de las cosechas y el comienzo del invierno, así como el fin del año lunar celta, que comenzaba con la época oscura; además de ser un encuentro con los difuntos que volvían al mundo esa noche.
En España también se celebraba a los muertos, antes y después de la conversión al cristianismo. Se mantuvieron más o menos las formas tradicionales de esta fiesta, pero con un sentido renovado en Cristo. Tradiciones, por ejemplo, como la de la 'Santa Compaña' responden a esta tradición ancestral.
Posteriormente la inmigración irlandesa introdujo la tradición en Estados Unidos. Y allí poco a poco perdió el sentido renovado cristiano que se le había dado en Europa. Convirtiéndose en una fiesta carente de todo sentido trascendente, ni pagano ni cristiano; una tradición ancestral convertida en una fiesta del consumo.
Las mismas paredes, horribles a la vista, se me venían encima como sofocándome. No había luz, sino unas tinieblas densísimas
Y en este sentido consumista ha vuelto a España, si bien es cierto que rodeada de un cierto carácter ocultista, peligroso si no se sabe a qué responde; ciertas sectas neopaganas como la Wicca celebran esta fecha como el sabbat del Samhain.
No hay que ser ingenuos y pensar que por no compartir estas creencias la celebración actual de esta fiesta no mantiene un significado pagano. Además, como cristianos sabemos a quién se adora cuando se da culto a entes o 'dioses' distintos al de la Revelación.
La visión infernal de Santa teresa
Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia y mística, en su Libro de la vida cuenta sus visiones místicas del infierno:
«La entrada me parecía un callejón largo y estrecho, como un horno muy bajo, oscuro y angosto; el suelo, un lodo de suciedad y de un olor a alcantarilla en la que había una gran cantidad de reptiles repugnantes...».
«Sentía en el alma un fuego de tal violencia que no se como poderlo referir; el cuerpo estaba atormentado por intolerables dolores que, incluso habiendo sufrido en esta vida algunos graves todo es incomparable con lo que sufrí allí entonces, sobre todo al pensar que estos tormentos no terminarían nunca y no darían tregua...».
«Estaba en un lugar pestilente, sin esperanza alguna de consuelo, sin la posibilidad de sentarme y extender los miembros, encerrada como estaba en esa especie de hueco en el muro. Las mismas paredes, horribles a la vista, se me venían encima como sofocándome. No había luz, sino unas tinieblas densísimas».
Los tormentos del infierno
La santa polaca Santa María Faustina Kowalska, en su diario narra la visión del infierno que tuvo a finales de octubre de 1936:
«Hay tormentos particulares para varias almas que son los tormentos de los sentidos. Cada alma, con lo que ha pecado, es atormentada de forma tremenda e indescriptible. Hay cavernas horribles, vorágines de tormentos, donde cada suplicio es distinto del otro».
Me levanté de un salto para agarrarlo, pero no toqué más que el aire, y el hombre desapareció
«Una cosa he notado, y es que la mayor parte de las almas que hay allí son almas que no creían que existía el infierno. Cuando volví en mí, no conseguía recuperarme del espanto, pensando que las almas allí sufren tan tremendamente, por esto rezo con mayor fervor por la conversión de los pecadores, e invoco incesantemente la misericordia de Dios para ellos».
Las almas que visitaron a María Simma
María Simma fue una mujer austriaca que desde joven recibió las visitas de almas del fuego purificador.
Las almas le pedían ayuda y testimoniaban los sufrimientos que vivían en el purgatorio. María narró así la primera visita que recibió de un alma en purificación:
«Fue en el año 1940, a las 3 o 4 de la madrugada. Oí algo que iba y venía en mi cuarto. Miré para ver quien había entrado y vi que era un extraño que iba y venía lentamente».
«Le pregunté que cómo había entrado; pero seguía caminando, le volví a preguntar y como seguía sin responderme, me levanté de un salto para agarrarlo, pero no toqué más que el aire, y el hombre desapareció».
«Volví a la cama, y de nuevo comencé a sentir que iba y venía. Me pregunté por qué veía allí a ese hombre, pero no podía tocarlo. Me levanté de nuevo para hacer que dejase de caminar pero nuevamente, me topé con la nada. Quedé perpleja y volví a acostarme».
«No volvió otra vez, pero aquella noche no conseguí dormir. Al día siguiente, fui a ver a mi director espiritual y le conté lo sucedido. Me dijo, que si volvía a pasar, no le preguntase quien era, sino que qué quería de mí».
«La noche siguiente regresó el mismo hombre, y le pregunté que qué quería de mí. A lo que respondió: Haz celebrar tres misas por mí y seré liberado».
«Entonces comprendí que era un alma del Purgatorio. Mi director espiritual me lo confirmó. Me aconsejó no rechazar jamás las almas del Purgatorio, y de acoger con generosidad lo que pedían».