Catecismo
Qué es una indulgencia plenaria y cómo conseguirla en cualquier momento
Según el catecismo, «la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados»
Según el Código de derecho canónico y el catecismo de la Iglesia Católica, la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal de los pecados. Una indulgencia plenaria, es decir, completa, borra toda pena causada por los pecados cometidos y confesados hasta el momento de recibirla. Ofrece al pecador una alternativa para expiar sus pecados, los cuales pueden pagarse con sufrimiento, realizando obras buenas o bien, tras la muerte, pasando tiempo en el purgatorio.
Las indulgencias siempre son aplicables a uno mismo y nunca a otra persona viva, pero sí son aplicables a los difuntos que penan en el purgatorio. De hecho, hay algunas que únicamente pueden obtener estos últimos, como son las que se consiguen al rezar en el cementerio por ellos del 1 al 8 de noviembre.
Independientemente de la forma en que se obtenga la indulgencia plenaria siempre hay que cumplir ciertos requisitos:
- Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
- Confesarse 20 días antes o después comulgar
- Orar por las intenciones del Papa.
La Iglesia Católica contempla la concesión de la indulgencia plenaria en cualquier momento o en ocasiones especiales, como años jubilares.
Indulgencia en cualquier momento
Para conseguirla cualquier día del año, es necesario hacer alguna de estas acciones premiadas:
- Adorar media hora al santísimo.
- Rezar un Vía Crucis, rezar el rosario en familia o comunidad.
- Leer la Biblia durante media hora.
Las indulgencias también pueden conseguirse a través de ocasiones o fechas especiales.
Indulgencia en circunstancias y fechas especiales
- Rezar un Padrenuestro y un Credo en un santuario o basílica, se da una vez al año por santuario.
- Recibir la bendición Urbi et Orbi.
- Hacer ejercicios espirituales de tres días.
- Rezar un Te Deum el 31 de diciembre o un Veni Creator el 1 de enero en una iglesia.
- Rezar un Miradme oh mi amado y buen Jesús ante un crucifijo cualquier viernes de cuaresma después de comulgar.
- Rezar en jueves santo un Tantum ergo ante el Santísimo tras los oficios.
- Asistiendo a los oficios del viernes santo.
- Renovando las promesas bautismales en la vigilia pascual.
- Rezar el Veni Creator en una iglesia el día de Pentecostés.
- Participando en la procesión eucarística del Corpus Christi.
- Rezando un Padrenuestro y un Credo en una catedral o parroquia el 2 de agosto.
Indulgencias parciales
También existen indulgencias parciales, que borran parte de la pena originada por el pecado. Si no se cumplen todos los requisitos para la indulgencia plenaria, se puede alcanzar una indulgencia parcial.
Para recibir esta hace falta estar en gracia de Dios, realizar la obra premiada y tener la intención de obtenerla. Hay muchas formas de recibirlas. Algunas son: Rezar el Ángelus, el Magníficat, la Salve, las Letanías u otras oraciones marianas, rezar a San José o al ángel custodio, rezar el Credo, rezar por el Papa, o rezar antes y después de comer, o al empezar y acabar el día o el trabajo, entre otras.