Fundado en 1910

René ZZ asegura que su vida «ha cambiado 100 %» desde que cree en Dios

Tiene casi 1,8 millones de seguidores en YouTube

La experiencia 'mística' de un 'youtuber': «Y, de pronto, se hizo un silencio sepulcral en Madrid»

René ZZ ha realizado unas sorprendentes declaraciones sobre su incipiente conversión: «Estoy abriendo un mundo que flipo»

René ZZ no es la persona que, a priori, a uno se le vendría a la cabeza como posible depositario de una experiencia mística. Aunque, si hacemos caso a lo que Dios le dijo al profeta Samuel cuando le mandó ungir a David –«el Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón» (1 Sam 16, 7)–, tal vez no debería sorprendernos tanto.

El youtuber gallego tiene gran parte del cuerpo tatuado y su intención es cubrirlo por completo; cuenta con casi 1,8 millones de seguidores en YouTube y 1,1 en Instagram que reciben sus consejos y secretos sobre tatuajes; ha pasado por las consultas de psicólogos y terapeutas buscando respuestas que apagaran su ansiedad, sin encontrarlas, pero ahora asegura haberlas hallado en Dios. Así lo ha confesado en una larga entrevista que le ha hecho esta semana otro youtuber, Luis Usera, en su canal ConPdePodcast, que acumula más de 260.000 suscriptores.

«Yo estoy contigo. Yo existo»

«Parece como que Dios se mostró en mi vida o se apareció en mi vida para, básicamente, decirme: 'Yo estoy contigo. Yo existo'», explica René Ponte, el verdadero nombre del influencer. «Siento como que he conocido a Dios, que Dios me ha hablado y, a partir de ahí, es como que me ha ordenado las ideas y me ha ayudado a enfocar más esa búsqueda de la verdad», asegura el joven gallego. Ponte confiesa haber tenido desde siempre «ese ímpetu por conocerse uno mismo y conocer el mundo que te rodea, saber cuál es tu misión aquí, tu propósito, qué es lo que debes hacer y lo que no debes hacer».

Pero, ¿qué fue exactamente lo que René ZZ «sintió» o «experimentó»? El propio youtuber lo explica: «No voy a dejar de compartir esto cuando es algo positivo, ¿no? Pero no es algo en plan 'anécdota paranormal' que me encanta contar. Al revés, digo: ¡wow!», reconoce.

Y relata, a continuación, su experiencia: «Lo que me pasó es que estaba orando en mi habitación un día que me lo tomé en serio (en vez de tumbarme en la cama y rezar un padrenuestro y luego intentar comunicarme con Dios como estaba haciendo en los últimos meses). Dije: 'Voy a hacerlo de la manera más consciente y más metódica posible', dentro de mis posibilidades y mi ignorancia respecto a todos estos temas y mis propias limitaciones».

«Me puse de rodillas y tuve una conversación con Dios que, no me acuerdo exactamente los detalles, pero recuerdo que le decía que yo no quería nada de él, o sea, que no le exigía nada, que no esperaba nada y que no quería caer en ningún momento en ese falso entendimiento que tienen muchas personas de lo que es comunicarse con Dios: 'Como yo le pido cosas y no me las da, entonces no creo en Él o me tiene que demostrar que existe'», observa. «Y le dije: 'En plan, entre tú y yo, lo que me molaría es, en algún momento, alcanzar esa serenidad, poder descansar un poco de toda esa tensión y esa incertidumbre y esa ansiedad, no despertarme todos los días como ¡uf!, aún no entiendo nada y, Dios mío, ¿qué será de mí?'», agrega. «Le aclaré que no esperaba ni que fuese ahora ni dentro de cuando fuera. Dije algo como lo dejo ahí», señala.

«Terminé mi conversación con él; me sentó muy bien porque al final hacer eso sienta genuinamente bien y me di cuenta de que no había ni un solo ruido en la habitación», apunta. «Eso me extrañó, porque yo vivo en el centro de Madrid y lo único que no hay aquí es silencio. A ninguna hora, me refiero. Mis vecinos son súper ruidosos, el de arriba, el de abajo, los perros del vecino. Hay coches pasando todo el rato. El camión de la basura pasa 500 veces a las mismas horas. Siempre. O sea, hay unos 15 ruidos que escucho todas las noches. Yo duermo con tapones, porque soy muy sensible al ruido, y ya llevaba un año en ese piso cuando esto que voy a contar ahora ocurrió», aclara René ZZ. «De pronto, sentí un silencio sepulcral después de rezar que me pareció raro. 'Falta algo', me decía. O sea, esto no es como todos los días. Empecé a darme cuenta de que había un silencio absoluto», prosigue.

Dios, me 'molaría' en algún momento alcanzar la serenidad. Y me la dioRené ZZYoutuber

«Me dije: 'Bueno, pues qué casualidad que estaba tan concentrado en la oración, que ahora me doy cuenta de que no hay ruido'. Cuando ya pasaron más de 30 segundos, pensé: 'No tiene sentido, porque esta es la hora en la que pasa el camión de la basura y, si no, son los perros y, si no, son las cañerías, o un taconeo'. ¡Nada! Ni en medio del monte en Finlandia yo había experimentado algo así», aclara.

«Cuando pasó más de un minuto ya me di cuenta de que eso no era normal y de que mi cabeza me estaba pidiendo interpretar eso de otra manera. A pesar de que creo en Dios, soy una persona lógica y racional, ¿eh?», añade. Y resuelve una duda de cara a los incrédulos: «No me drogo nunca, y ese día no estaba bebido ni mucho menos; estaba completamente sobrio. No sufro alucinaciones ni nada».

«Oye, 'bro', estoy aquí»

«Empecé a sentir mis latidos del corazón más fuertes y me emocioné. Me puse a llorar porque me di cuenta de que era literalmente una señal de Dios. Yo soy consciente de que Dios, para decirme: 'Oye, bro, estoy aquí', no iba a apagar todo Madrid», razona.

«Experimenté un largo rato de silencio absoluto, algo que nunca pasa en mi casa, ni durante tres segundos. Nunca. No sé si fueron 2, 3, 4, 5 minutos de absoluto silencio hasta el punto en el que me agobiaba porque me escuchaba a mí mismo tragar y los latidos del corazón. No entendía qué ocurría. Y luego me acordé de la conversación que había tenido con Dios y lo último que le había, de alguna manera no pedido, pero que ansiaba en algún momento. Y encontré una relación entre el concepto de serenidad que yo ansío y ese momento de absoluto silencio en el que yo pude descansar de todos esos sonidos de todos los días y que me molestan muchísimo. Y flipé», confiesa.

«Apunté lo que me acababa de ocurrir, me fui a dormir y al día siguiente, dije: 'Esto ha sido una señal de algo. No sé qué significa, no sé qué sentido tiene, pero soy 100 % consciente de que eso lo viví y ocurrió, y no me lo puedo explicar'», subraya. Desde entonces, en su casa, «no he vuelto a tener ni 30 segundos de silencio sepulcral».

Pero no es la única experiencia «cercana a Dios» que asegura haber experimentado. «Soñé que Dios me amaba. Era un sueño completamente abstracto que no tiene ningún parecido con cualquier otro sueño que haya tenido en mi vida. Fue como experimentar un sabor o un color nuevo que no puedo explicar», señala.

Soñé que Dios me amaba. Fue como experimentar un sabor nuevo que no puedo explicarRené ZZYoutuber

René ZZ reconoce que se encuentra al inicio de un camino. «Estoy lidiando mi propia batalla para entender mi relación con Dios, porque sé que va a durar hasta el día que me muera. Es algo bastante emocionante», confiesa. «Por ahora, es más mi relación con Dios y la figura de Cristo. Y de ahí, de momento, no me muevo», subraya.

«Mi relación con la Iglesia es algo que tengo que trabajar y que tengo que explorar por ignorancia», afirma. Preguntado por Luis Usera si ya ha ido a alguna iglesia, René ZZ responde que «ha estado a punto» porque, «a principios de año, era uno de mis objetivos, y estuve, de hecho, paseándome por mi barrio y mirando las parroquias y los horarios pero, no sé por qué, al final no entré. No sé si es como miedo a probar algo nuevo. No sé si es que no era el momento. No sé», resume.

Los dos tipos de cristianos

«En el tema de creer en Dios y ser un buen cristiano, estoy abriendo un mundo que flipo. Por ejemplo, desde que hice público que creo en Dios, veo claramente dos tipos de cristianos: Los de '¡Hola, bienvenido, qué alegría! Me alegro de que tú estés experimentando eso, porque yo lo conozco y sé cómo se siente y le deseo el bien a todo el mundo'. Y luego están los de '¿Has ido ya la iglesia?', o 'Pues la música que escuchas no es muy cristiana', o 'Y con esos tatuajes, ¿qué vas a hacer ?´», explica. «Obviamente, todo se resume en la dualidad entre gente normal e idiotas, que los hay en todos lados», observa.

«Me encantaría ir a la iglesia más a menudo y tener ese momento de conexión en el templo y todo eso. Pero, en el fondo, creo que tengo muchas cosas que ordenar, ¿sabes?», subraya. «Tengo que mejorar primero mi relación con Dios, mi entendimiento con Dios, la lectura de la Biblia, un poco mis actos respecto a otras personas, cómo me trato a mí mismo», enumera. «Empezar a ir a la iglesia los domingos probablemente me ayudaría, pero ahora mismo tengo otras tareas que hacer, así que voy a centrarme primero en ellas», concluye.