Leen la Biblia, oran y experimentan a Dios: así es la fe de estos cinco conocidos artistas
Ya fuera por herencia de sus padres o por haberse convertido, han confesado públicamente ser seguidores de Jesús
Es sorprendente descubrir cómo Dios se hace el encontradizo en la vorágine del día a día. Además, su testimonio es una herramienta poderosa de evangelización, en la que se puede ver cómo actúa de manera personal. Ver cómo artistas mundialmente reconocidos manifiestan su fe o se convierten al cristianismo es siempre motivo de alegría.
Andrea Bocelli
Es uno de los músicos más queridos del panorama musical. El tenor italiano es ciego a causa de un glaucoma congénito que le arrebató la vista a los 12 años. Gracias a sus padres, que no escucharon a los médicos que les aconsejaron abortar, el mundo ha tenido el placer de escucharlo.
En una entrevista con José Antonio Méndez en la Revista Misión, confesó que «los valores que ha aprendido en el Evangelio son la herencia más grande» que ha transmitido a sus hijos. Yendo más allá, insistió en que «la fe es el centro de gravedad» de su vida, afectando a su vida privada y profesional.
Pierce Brosnan
El actor irlandés es conocido por ser uno de los elegidos para interpretar a James Bond. Durante su vida, no ha dudado en reconocerse como católico practicante. Su fe, además, ha sido crucial en los momentos más difíciles de su vida.
«La oración me ayudó con la pérdida de mi esposa por el cáncer, y con un hijo que cayó en una época dura. Ahora la fe me ayuda a ser padre, actor y hombre», comentaba Brosnan en el programa irlandés Late Late Show.
Bob Dylan
El cantante de Minnesota había la religión judía. Sin embargo, en 1978, días después de una gira mundial, afirmó haber sentido una presencia que «solo podía ser Jesús». La describió como algo físico, afirmando que «Jesús puso su mano» sobre Él. «Sentí todo mi cuerpo temblar. La gloria del Señor me derribó y me levantó».
Su contundente conversión inundó su carrera con tres álbumes, con lo que sus antiguos admiradores no estaban muy de acuerdo, así como colegas y medios, de los que recibió críticas. Confesó que leía mucho la Biblia, meditaba y rezaba. Reconoció creer en el libro del Apocalipsis, la condenación y la salvación, «las Cartas de San Pablo, la Invocación de los santos, todo».
Shia LaBeouf
El actor de Transformers Shia LaBeouf encarnó al Padre Pío en la gran pantalla. Aunque tuvo un bar mitzvá con 13 años, era agnóstico. En una entrevista con el obispo Robert Barron para su serie de YouTube, Word on Fire contó cómo la fe transformó su vida.
Reconoció que «había herido a mucha gente» en el pasado. La vergüenza que le provocó aquello hizo que se planteara el suicidio. Para preparar el papel se trasladó un monasterio donde la película pasó a un segundo plano y «comienza a ser algo más allá». Aquello le hizo ver cómo Dios «estaba usando su ego» para atraerle.
Durante la misa del pasado 31 de diciembre recibió la Comunión de rodillas y terminó abrazado a los frailes que asistieron, según publicó la Provincia de los Franciscanos Capuchinos de América Occidental. «Su decisión de entrar plenamente en la Iglesia es un testimonio de su sincero deseo de crecer en su relación con Dios y vivir los valores del Evangelio», comentaban desde la orden.
John Wayne
En los años 40 y 50 del siglo XX, John Wayne fue el protagonista de cientos de películas bélicas y del oeste. En 1964 fue diagnosticado con cáncer de pulmón. A lo largo de su vida tuvo tres matrimonios, con su primera esposa tuvo cuatro hijos y con la tercera tres más. Aunque él fue criado como presbiteriano, sus hijos lo fueron como católico.
Cercana su muerte por un cáncer de estómago, fue requerido un sacerdote para bautizarle. Su hijo Michael dijo que, aunque no conocía lo que se entiende por conversión, estaba seguro de que «papá murió en la Iglesia».
Más adelante, su nieto, el padre Muñoz, reveló que se arrepentía por no haberse convertido antes, culpándose de su «vida ocupada».