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Decapitación de Juan el Bautista mientras Salomé mira

Decapitación de Juan el Bautista mientras Salomé miraCreative Commons

El triángulo amoroso que llevó a Juan Bautista a la muerte

El 29 de agosto la Iglesia recuerda el martirio del primo de Jesús de Nazaret, quien desafió a Herodes al denunciar su inmoralidad. Su valentía lo convirtió en mártir y en una figura central del cristianismo

Hace más de 2.000 años, un hombre fue ejecutado porque su franqueza resultó ser incómoda para una mujer poderosa. Aquel que había preparado el camino para el Mesías, que había bautizado a miles de personas en el desierto y convertido a tantos con su predicación, encontró su final no en la tranquilidad de su lecho, sino en la suntuosa corte de Herodes Antipas, víctima del deseo vengativo de una mujer y de la cobardía de un gobernante.

Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, había tomado como esposa a Herodías, la mujer de su hermano Filipo, un acto que Juan Bautista no pudo pasar por alto. Con la llaneza que le caracterizó, Juan le dijo a Herodes: «No te es lícito tenerla» (Mt 14,4). Estas palabras marcaron el inicio de una cadena de eventos que llevarían al profeta a la muerte. Herodías, al saberse deshonrada públicamente, buscó venganza. Pero Herodes, aunque irritado, respetaba a Juan y temía hacerle daño debido a su influencia entre el pueblo.

Salomé con la cabeza de Juan el Bautista de Caravaggio

Salomé con la cabeza de Juan el Bautista de Caravaggio

«Pídeme lo que quieras y te lo daré»

La situación alcanzó su punto crítico durante la celebración del cumpleaños de Herodes. En medio de los festines y la embriaguez, Salomé, la joven hija de Herodías, realizó una danza frente a Herodes y sus invitados. Su actuación deslumbró al tetrarca, quien en un arrebato de entusiasmo le prometió con juramento: «Pídeme lo que quieras, y te lo daré, hasta la mitad de mi reino» (Mc 6, 23). Esta frase también fue pronunciada por el rey Asuero a Ester (Libro de Ester 5,6), quien le prometió lo mismo. Sin embargo, hubo una diferencia en las respuestas: Ester usó la oferta para salvar a su hermano y su pueblo y Salomé para matar al Bautista. Así, la joven, instigada por su madre, pidió algo que el gobernante no esperaba: «Quiero que me traigas en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».

Herodes, aunque se entristeció al escuchar la petición de Salomé porque apreciaba a Juan, no tuvo el coraje de resistirse por miedo a las consecuencias. La presión del juramento que había hecho lo llevaron a ordenar la ejecución: «Envió a un verdugo con la orden de traer la cabeza de Juan» (Mc 6, 27). Así, en la oscuridad de una celda, terminó la vida del hombre que había bautizado a Jesús y que había llamado al arrepentimiento a todos, desde campesinos hasta reyes.

La cabeza de Juan el Bautista fue presentada en una bandeja a Salomé, quien cumplió con el cruel encargo de entregarla a su madre, Herodías. Con ello, la mujer de Filipo y la amante de su hermano consiguió la venganza que tanto había ansiado, aunque a costa de ensuciar las manos de su familia con la sangre de un hombre justo. En una homilía por el día de san Juan Bautista, el Papa Francisco explicó que Juan podría haberse sentido importante y presumido de su rol, pero no lo hizo. Él «solo indicaba, se sentía voz y no palabra». Según el Pontífice, este es «el secreto de Juan». Juan «no quiso ser un ideólogo»; fue un «hombre que se negó a sí mismo, para que la palabra creciera».

Reliquia de la que se considera la cabeza de Juan el Bautista, donde se lee la inscripción "La cabeza de Juan el Bautista, precursor del Señor"

Reliquia de la que se considera la cabeza de Juan el Bautista, donde se lee la inscripción «Cabeza de Juan el Bautista, precursor del Señor»

¿Dónde está la cabeza de Juan el Bautista?

La cabeza de san Juan Bautista ha sido objeto de veneración y dispersión en varios lugares a lo largo de los siglos. En la basílica de San Silvestro in Capite en Roma se conserva desde el siglo XII lo que se considera el cráneo auténtico de Juan el Bautista, aunque se encuentra sin la mandíbula. Esta sagrada mandíbula, una de las muchas que se dicen ser la auténtica, está en la ciudad de Viterbo, cerca de Roma. Durante siglos, el cráneo fue guardado en una simple caja de vidrio, pero en 2012 se le construyó un relicario y se le añadió una mandíbula de bronce.

Además de la reliquia romana, otras partes de lo que se cree que es la cabeza de Juan se encuentran en diversos lugares. Una se guarda en la catedral de Notre-Dame de Amiens, Francia, y otra en la Gran Mezquita de Damasco, venerada tanto por cristianos como por musulmanes. En 2012, se encontraron reliquias en Bulgaria, cerca de Sozopol, que también se cree podrían pertenecer al santo, basándose en su datación y las inscripciones encontradas en la urna. La dispersión y multiplicación de estas reliquias reflejan el impacto y la devoción perdurables hacia este santo.

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