¿Quiénes son los Padres de la Iglesia?
Con la fuerza de la fe y gran perseverancia defendieron la doctrina en un momento de extrema división
en la carta apostólica Patres Ecclesiae, Juan Pablo II afirma que los padres de la Iglesia son «aquellos santos que, con la fuerza de la fe, con la profundidad y riqueza de sus enseñanzas, la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos.»
El legado de los Santos Padres sigue siendo hoy fuente indiscutible de sabiduría y enseñanzas. Se les llama «Padres», porque ellos dieron vida a las Escrituras mediante la exégesis bíblica y el desarrollo de la ciencia teológica.
Sus enseñanzas se desarrollaron en un momento de extrema división en donde las herejías amenazaban con acabar con la unidad de la doctrina. En este contexto, iluminados por el Espíritu Santo, tomaron la pluma y escribieron para resolver los problemas teológicos más discutidos.
La primera literatura cristiana
Entre los siglos I y III se desarrolló una literatura que asumió la defensa de la fe: la apologética. Sus artífices escribieron en lengua griega y son llamados padres apostólicos. Estos escritores dirigieron sus textos a las poblaciones paganas, a los emperadores y magistrados, y a los promotores de corrientes heréticas.
Algunos textos argumentaban la positiva influencia de los cristianos en la sociedad. En respuesta a Celso, Orígenes decía que «los hombres de Dios (los cristianos) son la sal que mantiene unidas las sociedades de la tierra.»
Con el tiempo, la fe se fue extendiendo por el Imperio y la inquietud hacia la religión fue permeando en las élites intelectuales. La madurez de la Iglesia exigió nuevos géneros donde poder exponer la doctrina de la fe. Nace entonces la ciencia teológica, cuyos principales centros de difusión fueron las escuelas de Alejandría y Antioquía.
Los Padres de la Iglesia
En el siglo IV el cristianismo alcanzó el estatuto de libertad. A partir de entonces dejó de ser una religión minoritaria, para convertirse en religión oficial del Imperio (Edicto de Tesalónica, año 380).
Durante este periodo tuvieron lugar los primeros concilios ecuménicos que sentaron las bases de la doctrina y la formulación de importantes dogmas. El éxito de estos concilios fue gracias a la sabiduría y dedicación de los Padres de la Iglesia, distintos de otros autores eclesiásticos por varias características:
1. Antigüedad: su vida se desarrolló durante los primeros siglos del cristianismo, hasta el siglo VIII.
2. Ortodoxia: se excluyen los que han predicado errores graves contra la doctrina.
3. Santidad de vida: debían tener una fama reconocida de santidad o rectitud de vida.
Los padres occidentales escribieron todos en latín. Los principales Padres latinos son:
- Ambrosio de Milán (340-397): dedicó gran parte de su vida a luchar contra las herejías.
- Jerónimo de Estridón (340-420): tradujo la Biblia del hebreo y griego al latín por encargo del papa Dámaso I. Además, promovió la dirección espiritual de las mujeres de la aristocracia, algo que le valió las críticas de buena parte del clero romano.
- Agustín de Hipona (354-430): Doctor y figura cumbre en la historia de la Iglesia. Su autobiografía, Confesiones, supuso un punto de inflexión para la espiritualidad cristiana y constituye, todavía hoy, una de las obras maestras de la literatura.
- Gregorio Magno (540-604): papa y Doctor de la Iglesia. Su vida se desarrolló en el contexto de la Italia longobarda y la España visigoda. Promovió el canto litúrgico.
En Oriente los Padres escribieron en griego y unos pocos se expresaron en otras lenguas. Los cuatro principales son:
- Atanasio de Alejandría (296-373): destacó por defender la ortodoxia frente al arrianismo. En su preocupación por defender la unidad de la doctrina escribió Discursos contra los Arrianos.
- Basilio el Grande (330-379): tuvo un papel muy importante en la organización del monacato oriental.
- Gregorio Nacianceno (329-390): sobresalió por sus discursos explicando la teología trinitaria.
- Juan Crisóstomo (347-407): gran exégeta y orador. Famoso por denunciar públicamente los abusos de las autoridades imperiales. Su enfrentamiento con el emperador Arcadio y su esposa Eudoxia le llevó al destierro.
La lista de los Padres de la Iglesia es más extensa y comprende a diversos autores entre los siglos III y VIII. Su legado constituye un testimonio de fe y ortodoxia del cristianismo. Todavía hoy la Iglesia acude a ellos con frecuencia para elogiar su vida y mantener activo el estudio de la teología.