En TVE
Pedro Almodóvar: «Me encantaría tener fe, pero ese don no lo tengo»
El director manchego reconoce su preocupación ante la muerte «y el hecho de que tenemos fecha de caducidad», y aseguró que «me gusta mucho la religión católica»
En la noche del pasado domingo, el oscarizado Pedro Almodóvar se sinceró ante unas sorprendidas Cayetana Guillén Cuervo y Penélope Cruz durante el coloquio que siguió a la proyección de su película Dolor y gloria, rodada en 2019. Fue en el programa que dirige Guillén Cuervo en TVE, Versión española. La cinta, una de las más autobiográficas del director manchego, aborda la vida de Salvador Mallo (Antonio Banderas), un director de cine en plena decadencia.
Tras hablar sobre temas más banales, Guillén Cuervo entró en asuntos trascendentes y le lanzó una pregunta a Almodóvar a bocajarro: «La finitud, la muerte, ¿te provocan desazón?». Tras un breve silencio, el oscarizado director contestó: «Hombre, sí, me provoca desazón desde el momento en que la mortalidad es algo real pero que yo no acabo de aceptar del todo». «Es una influencia negativa, porque cada día que pasa no lo vivo como que he vivido un día más, sino que me queda un día menos», reconoció Almodóvar, quien añadió que «eso no es un buen pensamiento». «La mortalidad y el hecho de que tenemos fecha de caducidad me preocupan, y es uno de los grandes temas eternos en todas las épocas», afirmó.
«Es incomprensible a nuestra mente pequeña, no salimos de ahí...», terció Guillén Cuervo, quien fue interrumpida por Almodóvar: «Si tienes algún credo, eso te apoya muchísimo, muchísimo, pero lo que pasa es que esas cosas son un regalo. Uno no puede tener fe, uno no puede labrarse una fe. Eso es un don. Te lo dan, o naces con él, o lo adquieres, pero no porque tú te lo trabajes», expresó con sinceridad el director de cine.
«A mí me encantaría tener fe», reconoció sin ambages Almodóvar. «Y, ya que vivimos en un país masivamente católico, me encantaría tener fe. Porque además me gusta mucho la religión católica», aseguró, en unas declaraciones que provocaron la sorpresa de sus dos acompañantes. «La parte bonita», matizó, y puso un ejemplo que provocó las risas nerviosas de Guillén Cuervo y Penélope Cruz: «Una religión donde, de pronto, hay un ministro de Dios que te perdona los pecados y que te da a comer y beber la sangre del propio Cristo. Es absolutamente milagroso. Lo que pasa es que tienes que creer en ello. Y yo ese don no lo tengo», concluyó con tristeza Almodóvar.