El rosario, buen humor y fútbol: el secreto de una monja para llegar a ser la persona más longeva del mundo

tras la muerte de la japonesa Tomiko Itooka a los 116 años de edad hace unos días, la monja brasileña Inah Canabarro Lucas ha pasado a ocupar el primer puesto en la lista de las personas más longevas del mundo. La religiosa, que vive en Porto Alegre (Brasil), nació en 1908 y pertenece a la congregación de las Teresianas, en la que ingresó a los 19 años, en 1927.

Según ha revelado a Aci Digital, uno de los secretos para su longevidad es rezar: «Rezo el rosario todos los días por todas las personas del mundo entero». Cuando le preguntan por el secreto de su longevidad, lo atribuye al Señor: «Él es el secreto de la vida. Él es el secreto de todo», remarca. Según su sobrino Cleber Canabarro Lucas, la hermana Inah «tiene dificultad para moverse, muy poca audición y visión, habla con dificultad, pero sigue enfrentando la vida siempre con optimismo y buen humor». «Hoy, con 116 años de edad, ya no tiene las mismas condiciones de salud, pero su vida sigue su curso con la guía de Dios. ¡Dios la bendiga!», añadió.

Según la plataforma LongeviQuest, dedicada a monitorear las vidas de los supercentenarios, a los 110 años empezó a tener algunas dificultades de movilidad y tuvo que comenzar a usar un andador. En 2018, al celebrar su 110º cumpleaños, recibió una bendición apostólica del Papa Francisco. En octubre de 2022 contrajo el COVID mientras estaba hospitalizada, pero pudo recuperarse de la enfermedad en noviembre, lo que la convirtió en una de las supervivientes de la enfermedad de mayor edad conocida.

Una de sus pasiones es el fútbol. Es una fiel seguidora del Sport Club Internacional y explica que eligió este club porque representa al pueblo: «No importa si somos ricos o pobres, ¡es para el pueblo!», afirma.