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Partido inaugural del Mundial de fútbol de Catar 2022GTRES

Los católicos en Qatar pueden enfrentarse a penas de siete años por ofensas al islam

El Código Penal catarí reserva una serie de castigos a quienes ofendan sus sentimientos religiosos

Los aficionados católicos al fútbol que viajen a Qatar con motivo de la celebración de la Copa del Mundo de 2022, podrían enfrentarse a ciertas prohibiciones, ya que Qatar, país de confesión musulmana, se rige por la ley de la sharía, y ciertos comportamientos pueden ser interpretados como una ofensa al islam.

Ley coránica

La ley establece una pena de hasta 7 años de cárcel por «insultar al Ser Supremo en letra y espíritu, por escrito, dibujando, gesticulando o de cualquier otra forma».

Hay otra condena similar para quien «ofenda, malinterprete o viole el Sagrado Corán» u «ofenda la religión islámica o alguno de sus ritos».

Se contemplan otros siete años de cárcel para aquella persona que «maldiga a cualquiera de las religiones divinas según las normas de la ley islámica», o «insulte a cualquiera de los profetas en la letra y en el espíritu, por escrito, dibujando, gesticulando o de cualquier otra manera».

También hay pena de cárcel de hasta seis años para quien «sabotee, rompa, dañe o viole lugares, o su contenido, si se hacen para realizar ritos religiosos de una de las religiones divinas según según las normas de la ley islámica».

Los musulmanes consideran al cristianismo y al judaísmo como «religiones divinas». Sin embargo, el Código Penal de Qatar establece en su artículo 257 una pena de hasta 10 años de prisión para quien dirija una organización «que invoque, favorezca o promueva otra religión» distinta del islam.

Al mismo tiempo, la ley de Catar dicta 5 años de cárcel a quienes participen en reuniones en las que se ponga en duda «los fundamentos o principios del Islam o se promueva otra religión».

Si algún católico es descubierto en posesión de material escrito o audiovisual que los musulmanes puedan considerar proselitistas, y «con el fin de distribuirlos o revelarlos a otros», puede ser llevado a prisión hasta por dos años.

Por ejemplo, el Código Penal de Qatar indica que «todo aquel que coma o beba públicamente en un día de Ramadán será condenado a un máximo de tres meses de prisión y a una multa no superior a tres mil riyales, o a una de estas dos penas».

En el país, a pesar de ser un país enormemente conservador según Ayuda a la Iglesia Necesitada, «los extranjeros que pertenecen a religiones no musulmanas pueden practicar el culto sin injerencias. Se tolera el culto de los miembros de grupos no registrados».

Gracias a su riqueza, el emirato está ejerciendo una «creciente influencia internacional a través del patrocinio deportivo; a través de un poder suave en materia religiosa en el tercer mundo», algo que ha generado preocupación en ciertos sectores.

Nuestra Señora del Rosario

A pesar de algunos movimientos recientes hacia la reconciliación y la crisis política y diplomática que estalló en 2017, Catar «no ha llegado aún a una libertad religiosa plena» y «las perspectivas de mejora »siguen siendo débiles".

Los católicos que visiten Qatar con motivo del Mundial de fútbol, y que quieran rendirle culto a Dios sin temor a incurrir en algunas de las penas antes descritas, podrán reunirse en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, a las afueras de Doha.

Por su parte, los católicos de rito oriental pueden encontrar en el mismo complejo la Iglesia Católica Siro- Malankar de Santa María y la Iglesia Siro-Malabar de Santo Tomás.

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