Fundado en 1910
Doña María Fernandez Coronel por Joaquin Dominguez Becquer

Doña María Fernández Coronel por Joaquín Domínguez BécquerWikimedia Commons

El cuerpo incorrupto de doña María Coronel es expuesto en el convento de santa Inés de Sevilla

El cuerpo incorrupto de esta monja, protagonista de una de las más famosas leyendas sevillanas, se expone todos los años en el aniversario de su muerte, el 2 de diciembre

El convento de santa Inés en Sevilla fue fundado en 1374 por las hermanas Coronel en el antiguo solar del palacio de su padre.

María Coronel murió un 2 de diciembre de 1411 y en 1626, cuando sus restos fueron trasladados, se encontró su cuerpo incorrupto; que se encuentra expuesto en una urna en el coro del convento desde 1833. María reposa junto a su marido Juan de la Cerda, ejecutado por Pedro I, y su hija que murió a temprana edad.

Tras la muerte del rey Pedro I de Castilla a manos de su hermano Enrique en 1369, María y Aldonza Coronel recuperaron sus bienes y con la fortuna fundaron el convento, donde se trasladaron en 1376.

Cada 2 de diciembre, en el aniversario de su muerte, el convento expone el cuerpo incorrupto de su fundadora.

Cuerpo incorrupto doña María Coronel

Cuerpo incorrupto doña María CoronelNono fotos

María Coronel y Pedro I

Pedro I de Castilla llegó al trono en 1350 y desde que ostentó el poder hizo todo lo posible por reprimir toda amenaza al poder regio.

Su padre Alfonso XI de Castilla había tenido 10 hijos bastardos con su barragana Leonor de Guzmán, quien a la muerte del rey había formado una Corte paralela a través de su influencia y la de sus hijos, bastardos del rey, colocados en cargos de poder.

Pedro I se empleó en desmontar esa estructura de influencias que ponía en riesgo su poder. Entre los ajusticiados se encontraba Alfonso Fernández Coronel, quien fue ejecutado delante sus hijos, entre ellos estaba María.

Pasados los años la hija de Fernández Coronel se casó con el noble Juan de la Cerda, quien también suponía una amenaza para el Rey, pues tenía ascendencia en la familia real de León.

Juan de la Cerda fue capturado por el Rey y María viajó hasta Tarazona para suplicar clemencia, sin embargo, cuando regresó a Sevilla, su marido ya había sido ejecutado.

Pedro I de Castilla

Pedro I de CastillaWikimedia Commons

Al igual que su padre, Pedro I también tenía amantes y entre ellas se encontraba la hermana de María, Aldonza Coronel, a quien encerró en la Torre del Oro.

Al haber muerto su marido, María se encerró en el convento de Santa Clara y posteriormente se ordenó monja. Pero el rey había decidido añadirla a su lista de amantes, por lo que fue al convento en busca de María.

A la llegada de Pedro I, María se escondió de él y así evitó correr la misma suerte que su hermana. No obstante, el Rey no se dio por vencido y volvió al convento a por María, que no pudo esconderse esta vez.

Tal era su repulsión hacia el Rey que María se echó por encima aceite hirviendo desfigurando su cuerpo, tras esta reacción, Pedro I desistió y no volvió a molestarla.

Convento de Santa Inés

Muerto el Rey Pedro I a manos de su hermano bastardo Enrique, el nuevo monarca ordenó la devolución de los bienes de las hermanas Coronel a sus dueñas legítimas.

Aldonza y María decidieron emplear la fortuna recuperada para fundar el convento de Santa Inés; y lo mandaron construir donde se encontraba el antiguo palacio de su padre. Finalmente se trasladaron al convento en 1376 con las monjas de Santa Clara.

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