26 Congreso Católicos y Vida Pública
Ayaan Hirsi Alí, la activista por la paz que antes quiso ser mártir por Alá
La escritora somalí ha alertado contra el multiculturalismo y el globalismo, «las dos caras de la misma moneda»
El 26 Congreso de Católicos y Vida Pública que se celebra en Madrid hasta el domingo ha comenzado con un plato fuerte: la conferencia de Ayaan Hirsi Alí, una escritora y activista somalí que ha recorrido un largo camino de transformación interior.
Hija de un opositor a un dictador somalí, se estableció de niña en Nairobi, en un entorno que estaba dominado por los Hermanos Musulmanes. Durante esos años, quería ser una mártir por el Islam, pero un tiempo después, cuando se pactó su matrimonio con un desconocido, decidió escapar hasta Holanda, cambió su apellido, estudio Ciencias Políticas y llegó a ser diputada en los Países Bajos en 2003.
Participó en el documental Sumisión, lo que provoco que recibiera numerosas amenazas de muerte de islamistas radicales. Marchó a vivir a los Estados Unidos, donde se involucró con una asociación de derechos de la mujer. Actualmente es profesora de Políticas en la Universidad de Harvard y, según la revista Time, es una de las 100 personalidades mas influyentes del mundo.
Alerta contra la globalización
En su discurso, Hirsi Alí ha alertado de las amenazas que sufren las civilizaciones occidentales como el multiculturalismo y la globalización, «las dos caras de la misma moneda»; la retribalización de la sociedad, a través de la búsqueda de la diversidad; los grupos identitarios, «que no tienen lealtad nacional al país que llaman hogar»; la evaporación de un conjunto de valores compartidos y la fragmentación de la identidad; y la etnización y racialización de todas las cuestiones políticas.
Entre estas amenazas, la activista ha destacado el abuso de la burocracia por parte de unos pocos para oprimir a la mayoría. «Hemos visto atroces restricciones a la libertad de expresión, de religión y el resurgimiento de un racismo válido y legítimo contra los blancos y contra los judíos en Europa y en América en nombre de la justicia social interseccional», ha subrayado. Asimismo, ha advertido la huida del cristianismo y la proliferación de «pseudoreligiones que se presentan como iguales o superiores al propio cristianismo» y el atractivo de las ideas que desafían la realidad y de los falsos dioses, como «la existencia de múltiples géneros».
Ideas subversivas del enemigo
En esta línea, Hirsi Alí ha criticado la incapacidad de responder a las ideas subversivas del enemigo que se infiltran en nuestras escuelas y otras instituciones de enseñanza. «Los niños no pueden aprender la diferencia entre el bien y el mal; lo verdadero y lo falso, si no existe una verdad objetiva o una filosofía moral superior», ha explicado. «La búsqueda de la verdad en la universidad se sustituye por el desarrollo de narrativas y la búsqueda de la excelencia a través del mérito es tachada de enemiga de la diversidad. Si continúa esta tendencia, marcará el comienzo de la decadencia», ha apuntado.
La activista somalí ha animado a abrazar el nacionalismo cívico y la nación idealizados en las constituciones escritas y no escritas de Occidente. «Debemos recuperar un cristianismo seguro y firme. Las iglesias deben dejar de adoptar cada nueva moda y revivir el verdadero mensaje y las enseñanzas de Cristo. Debemos resistir al declive demográfico en curso. Hagamos atractivo y factible que los jóvenes se casen y formen familias. Las escuelas, las universidades y las artes deben reconocer su papel en la promoción del ethos cristiano que condujo a la formación de las instituciones que hacen extraordinario a Occidente».
Ha concluido recordando que «ninguno de estos cambios podrá llevarse a cabo si no nos organizamos, participamos y movilizamos para lograr una mayoría contundente que participe y actúe. Solo recuperando un sentido de unidad basado en valores comunes y no en las diferencias, podremos construir sociedades más fuertes y cohesionadas en estos tiempos de incertidumbre».