El PP consigue que se ponga un belén en la Eurocámara por tercer año: «Una parte de Europa quiere borrar la huella cristiana»

Fue en 2022 cuando la eurodiputada Isabel Benjumea consiguió que la Eurocámara accediese después de muchos años a instalar un portal de Belén en Bruselas. Por tercer año consecutivo, el nacimiento se vuelve a estrenar en el corazón de la democracia europea.

El objetivo es poner en valor las tradiciones cristianas que han sido parte fundamental de la identidad cultural europea. En esta ocasión, será un belén traído desde Murcia, el mismo con el que se inauguró esta tradición navideña, y realizado expresamente para la Eurocámara por los maestros artesanos del taller Jesús Griñán.

La inauguración, a manos de Dolors Monserrat, portavoz del PP en el Parlamento Europeo y vicepresidenta del Grupo PPE, y la eurodiputada Isabel Benjumea, la promotora de esta iniciativa, será el próximo martes 3 de diciembre a las 19 h. y contará con la actuación del coro Amalur Abesbatza, de Vitoria-Gasteiz.

–¿Había antes de 2022 alguna iniciativa navideña ligada al cristianismo?

–No. Cuando fui elegida en 2019 como eurodiputada, como soy muy aficionada a los nacimientos y como era consciente de que en Europa hay una cultura preciosa de belenes, con la mayor naturalidad pregunté dónde estaba el nacimiento en el Parlamento Europeo. Lo hice con total ingenuidad y me dijeron que no había. Entonces intenté donar uno y me llevé una sorpresa muy grande cuando siendo todavía presidente del Parlamento Europeo David Sassoli, me contestaron que no, que no podía donar un belén porque la exposición del mismo podía resultar ofensiva. Con el respaldo de todos mis compañeros de la delegación española del Partido Popular, lo que partió de una iniciativa que pretendía ser muy natural e incluso ingenua, se convirtió en una cruzada. Fueron pasando los años y finalmente ya con Roberta Metsola se pudo instalar por primera vez en 2022. Nos dieron muy poco espacio, pero era un belén murciano precioso.

Había mucha expectación y la gente estaba convencida de que iba a pasar algo, que iba a haber protestas o quejas. Lo maravilloso es que no pasó absolutamente nada y se recibió con total naturalidad por parte de visitantes, por parte de diputados de todos los grupos. A raíz de que nosotros pusimos por primera vez el nacimiento, pues ha habido iniciativas de otras delegaciones de otros países, porque Europa tiene una cultura preciosa y muy rica con relación al mundo belenístico.

–Esa cruzada, que empezó en 2019 y terminó en el 22, ¿en que tipo de obstáculos se materializó?

–No se me concedía la autorización que yo solicitaba por todos los cauces establecidos. El Parlamento es muy burocrático y para hacer cualquier cosa hay que tener mucha paciencia y recorrer muchos trámites. Al final siempre se me volvía a denegar la autorización, y se argumentaba que podía resultar ofensivo. Si me hubieran dicho que se había decidido que en el Parlamento no se hace ningún tipo de representación religiosa, sea cristiana, sea musulmana, sea de la religión que sea, a lo mejor hubiera trabajado para cambiar la norma, pero no habría emprendido esa lucha. Pero si lo que puede resultar ofensivo en Europa es la representación del Niño Jesús en Navidad, ahí es donde sí que considero que hay que pelearlo, porque hay un tema de fondo. Esto coincidió con la época en que la Comisión lanzó unas directrices en que, por ejemplo, no se felicita la Navidad, sino las fiestas. Comprendí que había una necesidad de dar esta batalla porque había algo mucho más profundo que era luchar contra aquellos que querían borrar la huella del cristianismo en Europa.

–¿Se han olvidado las instituciones del origen cristiano de Europa?

–Hay una parte de Europa que quiere borrar la huella cristiana de las instituciones, de la vida, de la cultura. Y eso es contra lo que yo sí lucho y combato activamente. Nos tenemos que remontar a cuando se hizo la Constitución de la Unión Europea y no se consiguió la referencia a las raíces cristianas de Europa. Y ahí sí me gustaría reivindicar la inmensa labor que hizo Faustino Sáenz, nuncio español que lo peleó y de qué manera, pero no se incluyó. Gestos como este son muy importantes y luego estar siempre alerta cuando hay iniciativas como la que ocurrió con la comisión que la corrigió ante la presión que hubo por parte de diputados y de diferentes grupos de la sociedad civil.

Reivindicar las raíces cristianas de Europa no es no es reivindicar un activismo religioso. Cada uno es libre de tener fe o tener, de practicarla, de no practicarla, pero es una reivindicación de esas raíces cristianas. La libertad de los cristianos, que por cierto somos la religión mayoritaria dentro de la Unión Europea, de poder vivir en libertad y con naturalidad nuestra fe. En el momento en el que se confronta con argumentos este tipo de iniciativas de intentar borrar la huella cristiana, se gana.

–El belén que se va a instalar este año es de origen murciano, ¿Por qué se ha elegido este?

Ya es un poco trozo de la historia del Parlamento Europeo porque fue el primero que se puso. Lo único es que lo vamos ampliando y vamos poniendo nuevas figuritas y vamos metiendo novedades. Es de los talleres de Manolo Griñán, que es un artesano murciano. El primero lo regaló la Región de Murcia. Estuvo presente el presidente de la Región de Murcia, que también estuvo el año pasado. Nos parece bonito que se mantenga el mismo.