¿Se puede hacer una experiencia virtual de la resurrección?
Es la propuesta de la Custodia De Tierra Santa con una exposición para peregrinos y turistas, que buscan en su viaje a Israel las huellas reales de la fe cristiana
Tras cinco años de trabajo, Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, ha inaugurado la exposición multimedia La experiencia de la resurrección, alojada de forma permanente en las instalaciones del Centro de Información Cristiana de la Custodia de Tierra Santa, ubicado cerca de la Puerta de Jaffa, en Jerusalén.
El Padre Francesco Patton ha querido ofrecer a los peregrinos la posibilidad de adentrarse en la ciudad de Jerusalén en el siglo I, mostrando sus transformaciones a lo largo de la historia, dando especial atención a la Basílica de la Resurrección.
Santos lugares
Gracias a la realidad virtual se podrá visitar el Huerto de los Olivos, el lugar exacto donde Pedro negó a Jesús y finalmente el Gólgota.
Los visitantes podrán sumergirse en la atmósfera de los acontecimientos del sacrificio de Cristo y su Redención.
San Francisco en Israel
Además, dentro de la exposición se proyecta una película sobre la historia de Jerusalén con los personajes y hechos históricos más importantes que han influido en la vida cotidiana de la ciudad, desde la época del Imperio Romano hasta la actualidad, incluyendo, cómo no, la de San Francisco de Asís, que a comienzos del siglo XIII, movido por el amor a Cristo pobre y crucificado, se acercó hasta el Oriente Medio para «tocar» aquellos lugares que constituyen el testimonio insustituible de la revelación de Dios y de su amor por el hombre.
A lo largo del recorrido se ilustra la historia del Santo Sepulcro, a través de las distintas etapas de demolición y reconstrucción.
También se ilustra el statu quo que regula la propiedad, el uso de los espacios y los tiempos de oración de las comunidades cristianas en algunos Santos Lugares, dejando para el final una reproducción del sepulcro en el que fue colocado Jesús, misterioso crucificado, frente al que la historia de Israel y la del mundo no puede sustraerse.