La mujer inventora del Domund y las cadenas de limosna y oración

Pauline-María Jaricot fue una mujer laica y misionera que nació en una familia de clase alta de la ciudad de Lyon, Francia. A los 17 años, se convirtió e hizo un voto privado de castidad. A partir de ese momento, llevaría una vida sencilla y dedicada a los demás.

Tras conocer la mala situación de las misiones en el mundo y con el deseo de ayudar a su hermano Philéas, seminarista y misionero, decidió organizar una recaudación de fondos, siendo la primera red social misionera.

Reuniéndose con algunas chicas trabajadoras, formaron una asociación llamada las Reparadoras. Así, nació una cadena: un grupo de 10 personas se comprometía a encontrar a otras 10 más para rezar y donar un centavo a la semana para los misioneros del mundo.

Este sistema de oración y colaboración llegó a institucionalizarse el 3 de mayo de 1822, con la creación de la obra de la Propagación de la Fe. Su objetivo era –y lo sigue siendo– abrir el corazón de los fieles al horizonte misionero, mediante el apoyo espiritual y material.

Un siglo después del nacimiento de la obra de la Propagación de la Fe, en 1922, el Papa Pío XI la elevó al rango de «Pontificia». Así, se convirtió en una de las cuatro Obras Misionales Pontificias que trabajan para fomentar la cooperación misionera de toda la Iglesia. San Pedro Apóstol, Unión Misional e Infancia Misionera son las otras tres obras misionales.

En 1926, cuatro años más tarde, el Papa Pío XI estableció el penúltimo domingo de octubre como el Domingo Mundial de las Misiones. Lo hizo en favor de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, y con el fin de promover y apoyar la causa misionera. Además, ese mismo año, el Papa rindió homenaje al carácter misionero de Pauline y presentó su causa de beatificación, pero no sería beatificada hasta el 22 de mayo de 2022.

El Domingo Mundial de las Misiones

En España, esta «fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal» se conoce desde 1943 como Domund, tomando las dos primeras letras de domingo –do– y las cuatro primeras de mundial –mund–. Este nombre ha facilitado la identificación y la difusión de la jornada.

El Domund es el día en el que la Iglesia reza por los misioneros del mundo y colabora de manera especial con las misiones. Son 120 países los que organizan sus colectas y las dejan en manos del Papa. Así, el dinero recaudado pasa a formar parte del Fondo Universal de Solidaridad de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe. Estas ayudas se distribuyen entre 1.117 territorios de misión, que son los que dependen de las contribuciones del Domund.

Este día es responsabilidad de todos los cristianos y la Iglesia invita a contribuir en esta jornada universal, que celebra este año su segundo centenario al servicio de la misión.