Nicaragua declara culpables de conspiración a cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un reportero
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) ha lamentado la decisión y ha culpado al Gobierno de Daniel Ortega de la sentencia, ya que consideran que ha sido dictada «con el afán de sembrar el terror»
Nicaragua ha declarado culpables de «conspiración» contra el Estado nicaragüense a cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un reportero.
La magistrada del segundo de distrito penal de juicios Nadia Tardencilla ha culpabilizado a los siete investigados de la Diócesis de Matagalpa por los delitos de menoscabo y propagación de noticias falsas, después de un juicio de cuatro días a puertas cerradas, ha informado el periódico La Prensa.
Los sacerdotes son Ramiro Tijerino Chávez, rector de la Universidad Juan Pablo II; José Luis Díaz Cruz, vicario de la Catedral de Matagalpa; su antecesor, Sadiel Antonio Eugarrios Cano y Raúl Antonio Vega, clérigo. Los seminaristas culpabilizados son Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno; mientras que el camarógrafo se identifica como Sergio Cadena Flores.
La Unidad de Defensa Jurídica nicaragüense ha comunicado que el fiscal Manuel Rugama ha pedido diez años de cárcel y 800 días de multa para los siete presos.
Sembrar el terror
Tanto los religiosos como el periodista permanecen detenidos desde el 19 de agosto de 2020 en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como 'el Chipote'.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) ha lamentado la decisión y ha culpado al Gobierno de Daniel Ortega de la sentencia, ya que consideran que ha sido dictada «con el afán de sembrar el terror y demostrar quién tiene el poder».
«Este hecho plantea un reto a los dirigentes de la Iglesia Católica, les pedimos que reaccionen, no pueden seguir callando, prácticamente el régimen ha encarcelado a una Diócesis entera», reza un comunicado del CENIDH.
Asimismo, ha exigido al presidente nicaragüense a que libere a «todos los sacerdotes reos de conciencia en Nicaragua».
El Gobierno de Ortega acusa a la Iglesia Católica de fomentar la movilización ciudadana que estalló en 2018 y en las últimas semanas ha endurecido la persecución sobre organizaciones y líderes religiosos. El secretario general de la ONU, António Guterres, también se mostró «preocupado» por la represión contra la Iglesia Católica.