Parque de la Reconciliación
Los jóvenes en busca de la misericordia de Dios en la JMJ: «Muestra el verdadero corazón del ser humano»
Durante todo el horario de confesiones están disponibles los cinco idiomas oficiales de la jornada, pero además en distintos horarios habrá sacerdotes que hablen otras 45 lenguas de todo el mundo, incluido lenguaje de signos
Miles de peregrinos se acercan cada mañana que dure la Jornada Mundial de la Juventud a la Ciudad de la Alegría, el nombre que ha recibido para este evento el jardín de Vasco de Gama de Lisboa. Allí se encuentra el Parque de la Reconciliación, adonde los jóvenes se acercan a recibir el sacramento de la Confesión y a experienciar el amor de Dios.
Allí se celebra también la feria vocacional, donde se han reunido 150 casas de distintos movimientos, ordenes, asociaciones o comunidades y conocer la gran variedad de carismas que hay en la Iglesia. Desde la propia organización, afirman que su deseo es que los jóvenes, reconciliados, «se sientan llamados a partir sin demora como María, al encuentro de otros», tal y como reza el lema de esta JMJ: María se levantó y partió sin demora, (Lucas 1, 39).
150 es también el número total de confesionarios donde los sacerdotes aguardan a un joven y escuchar sus pecados. Durante todo el horario de confesiones están disponibles los cinco idiomas oficiales de la jornada -portugués, inglés, español, francés e italiano-, pero además en distintos horarios que se pueden consultar en la página web oficial de la JMJ habrá sacerdotes que hablen otras 45 lenguas de todo el mundo, incluido lenguaje de signos. Como curiosidad estos confesionarios han sido construidos en tres cárceles portuguesas, en Faços da Ferreira, Coimbra y Oporto. Para ello, se han utilizado materiales reciclados, que serán de nuevo aprovechados cuando termine la JMJ.
Uno de los sacerdotes que ha pasado allí su mañana es el padre Francis, ghanés pero residente en Estado Unidos. Tan solo hace dos años que se ordenó, pero tiene claro que la confesión es le sacramento que más le llena. «Nunca me canso de escuchar confesiones. Es extraño cómo te enriquece escuchar los pecados de otras personas», dice. Algunos jóvenes afortunados tendrán la oportunidad de confesarse con el Papa Francisco este viernes 4 de agosto, a partir de las nueve de la mañana.
¿Qué es la confesión? A esta pregunta responde Marcos Gómez, de la diócesis de Lugo, de donde ha llegado a Lisboa con 60 jóvenes. «No es más que el reconocimiento de nuestros límites, pedir perdón a Dios por no haber hecho lo que teníamos que haber hecho y para lo que teníamos fuerzas», dice. Otro sacerdote, el sevillano Borja, añade que el sacramento es «un encuentro con Dios, el abrazo que nos da cuando volvemos a su casa».
¿Qué sienten los sacerdotes al ver a tontes jóvenes en búsqueda de la reconciliación? «Es increíble, nunca he visto nada igual», afirma el padre Francis. «Súper contento» dice estar Víctor González, párroco de Nuestra Señora de los Álamos (Vallecas), «agrada al Señor muchísimo ese encuentro, esa búsqueda del encuentro con Dios misericordioso». Que tantos jóvenes se acerquen a los sacramentos es para Marcos Gómez «muestra del verdadero corazón del ser humano».