El arzobispo de Lahore visita a las familias que han perdido todo en la ola de violencia musulmana
«Lo que hemos visto es una destrucción terrible, nos ha despertado emoción y conmoción. La gente está desesperada, no tienen nada. Nos toca a nosotros llevar un poco de consuelo, haciéndonos testigos del amor de Jesús», señaló Sebastian Shaw
el arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, se dirigió a Jaranwala, ciudad del Punjab paquistaní donde se produjo la ola de violencia contra los cristianos el 16 de agosto debido a una supuesta acusación de blasfemia. El Arzobispo rezó con ellas y las consoló, según informa Agencia Fides.
Junto a líderes musulmanes
También el obispo de Faisalabad, monseñor Indrias Rehmat, estuvo en el barrio y celebró entre las casas y templos destruidos. La delegación de la Comisión Episcopal Justicia y Paz, encabezada por monseñor Joseph Arshad, el arzobispo Shaw también quiso visitar la zona para ver personalmente el situación, mostrar su solidaridad y encontrarse con las familias de los desplazados para escuchar sus necesidades, leer junto con ellas el Evangelio y ofrecerles consuelo y esperanza en la Palabra de Dios. La visita tuvo una particularidad y una presencial muy significativa ya que el arzobispo llegó acompañado de algunos líderes musulmanes que, desde el principio, condenaron la violencia y quisieron acudir al barrio atacado para ofrecer su solidaridad y su oración común.
Anwar ul Haq distribuyó cheques por valor de 2 millones de rupias cada uno a los cristianos cuyas casas fueron destruidas
«Lo que hemos visto es una destrucción terrible, nos ha despertado emoción y conmoción. La gente está desesperada, no tienen nada. Nos toca a nosotros llevar un poco de consuelo, haciéndonos testigos del amor de Jesús. Es necesaria la cercanía humana, psicológica y material, y estamos organizando toda la ayuda posible a través de Cáritas y también gracias a los voluntarios y a las distintas congregaciones religiosas. Aseguré a los cristianos que no están solos en este sufrimiento, Jesús está junto a ellos y nosotros estamos con ellos, estamos interesados y los cuidaremos», destacó monseñor Shaw. La comunidad de Jaranwala, en una asamblea de fieles de diferentes confesiones y ciudadanos musulmanes, acogió también la visita de Anwar ul Haq, primer ministro interino de Pakistán. Como muestra de la atención de las instituciones, el Primer Ministro quiso solidarizarse personalmente con las víctimas en nombre del Gobierno federal. En un discurso ampliamente difundido por los medios de comunicación paquistaníes, Anwar ul Haq recordó que «la comunidad cristiana tuvo un papel importante en la creación de Pakistán» y es parte integrante de la nación, añadiendo que «es responsabilidad de cada musulmán proteger comunidades minoritarias».
El Primer Ministro añadió: «No estamos procesando a los enemigos de las minorías solo por obligación, sino por convicción. Como seguidores del fundador de la patria Ali Jinnah y como seguidores del profeta Mahoma, actuamos de acuerdo con la ley y la Constitución de Pakistán, que nos alienta y obliga a responder a esta atrocidad. No daremos una amnistía fácil a los perpetradores. Si alguien persigue a alguna comunidad, la justicia lo encontrará». «Hermanos y hermanas, – dijo el Primer Ministro dirigiéndose a los cristianos –, estamos con vosotros, seremos la voz de los que no tienen voz. Haremos cumplir la ley y encontraréis al Estado y a la sociedad de vuestro lado, no solo de palabra, sino también con gestos tangibles y significativos». Anwar ul Haq distribuyó cheques por valor de 2 millones de rupias cada uno a los cristianos cuyas casas fueron destruidas durante la violencia. En materia de diálogo interreligioso, un medio importante para reforzar las relaciones y construir una cultura de paz y de convivencia, la asociación internacional Religions for Peace ha hecho un llamamiento a «los socios ecuménicos e interreligiosos de todo el mundo para decir ‘no’ a cualquier forma de violencia y opresión, y continuar orando y construyendo justicia y paz en Pakistán».
Respeto entre religiones
Entre los paquistaníes en la diáspora, se ha desatado una importante ola de solidaridad con las comunidades cristianas. «Este impactante incidente ha sacudido los corazones de personas en todo el mundo, poniendo de relieve la necesidad urgente de unidad, comprensión y tolerancia religiosa», señala la asociación Voice of The Voiceless International (VOV) formada por paquistaníes en el extranjero. «En este momento de dolor y angustia, expresamos nuestra más profunda cercanía a la comunidad cristiana paquistaní. Hacemos un llamamiento a todas las personas, comunidades internacionales y líderes para que se mantengan unidos contra el odio, la violencia y la intolerancia y puedan ser promovidos y vividos en Pakistán en un ambiente donde todas las religiones sean respetadas y valoradas».