El Camino Espiritual del Sur: la peregrinación que se remonta a san Torcuato y las últimas fases de la Reconquista
Esta iniciativa es una oportunidad decisiva en el orden personal para aquellos que peregrinen por el trazado que ha sido recuperado
El pasado 16 de septiembre en la ciudad de Huéscar (Granada) en el teatro que antaño fuera iglesia del antiguo Convento de Santo Domingo, declarado Bien de Interés Cultural, que goza de un extraordinario artesonado mudéjar que cubre el actual patio de butacas, ha tenido lugar la firma del Acta Fundacional de la Asociación de municipios del Camino Espiritual del Sur que transcurre por las localidades de Guadix, Benalúa, Fonelas, Villanueva de las Torres, Gorafe, Bácor-Olivar, Freila, Baza, Zújar, Benamaurel, Cúllar, Orce, Galera, Huéscar, Puebla de Don Fadrique, Almaciles, Cañada de la Cruz (Moratalla), Archivel y Caravaca de la Cruz.
Con dicha firma, los alcaldes de las citadas localidades ponen en marcha una iniciativa fruto de la encomiable colaboración de las administraciones locales con la sociedad civil representada por gran número de entidades privadas, entre ellas la Asociación Católica de Propagandistas, Fundación San Pablo CEU, y naturalmente de las Diócesis de Guadix y Cartagena.
Desde la diócesis más antigua
En el mismo lugar se desarrolló una jornada divulgativa de este camino de peregrinación que une la diócesis más antigua de España, Guadix, y que la tradición vincula con san Torcuato, uno de los siete varones apostólicos, con la Real Basílica de la Vera Cruz de Caravaca ciudad Santa que en el 2024 celebra un año jubilar.
Esta iniciativa es una oportunidad decisiva en el orden personal para aquellos que peregrinen por el trazado que ha sido recuperado. También para las poblaciones que tendrán ocasión de ofrecer unos parajes singulares, incluido el geoparque de Granada, vinculados a una historia y un patrimonio espiritual, cultural e histórico de enorme riqueza.
Previo al inicio de la jornada, los obispos de las diócesis de Guadix y de Cartagena presidieron en la Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación de la localidad de Huéscar una solemne Misa, concelebrada con siete sacerdotes.
Paso por las últimas fases de la Reconquista
El camino es absolutamente singular. Desde el punto de vista geográfico y paisajístico parte de la hoya de Guadix y atraviesa el Geoparque, uno de los 15 en España y de los 170 que hay en el mundo declarados por la Unesco. Además, muestra un paisaje extraordinario, cárcavas y barrancos con amalgama de formas y colores, paisajes cuasi lunares en algunos sitios, que cobran a determinadas horas una extraordinaria belleza. Atraviesa el desierto de Gorafe, y zonas de agua como pueden ser la de los balnearios de Alicún y Zújar, Freila que goza de una playa de interior junto al embalse del Negratín; valles fértiles flanqueados por cárcavas. en Benamaurel, Cúllar, Orce, Galera; manantiales que dan lugar a piscinas naturales como los de Fuencaliente en Orce y Huéscar; las fuentes del marqués en Caravaca y montes como el Jabalcón, la espectacular sierra de la Sagra o los Revolcadores ya en la región de Murcia donde se encuentran sus cumbres más altas; zonas sin contaminación lumínica que permiten gozar de las estrellas como la de Gorafe o en Puebla de don Fadrique, que cuenta con un observatorio astronómico, y cuevas habitadas por todos los lados, asombro para extraños.
En segundo lugar, se trata de una geografía y un paisaje vinculados a una historia y a una prehistoria de forma muy significativa. Por lo que respecta a esta última, citar los yacimientos de Cúllar, Galera, Orce, Benalúa, el parque megalítico de Gorafe donde se encuentran más de 200 dólmenes; Baza ya célebre por su dama, también la tiene Galera. Y ya en Murcia el yacimiento en Archivel. Orce desde los descubrimientos de venta Micena nos mostró que aquí habitaron los primeros pobladores de Europa.
Por lo que respecta a la historia, el territorio representa el escenario de lo que fueron las últimas fases de la reconquista, quedando rastro de las alcazabas en Guadix, Baza, Huéscar; de numerosas atalayas, como la del Alabí en Cúllar, el castillo de las siete torres en Orce y otros muchos en ruina en Freila, Bácor, Gorafe, y Benamaurel. De la mano de los cronistas aquel tiempo significó una singular epopeya en la que el valor y las desdichas del enemigo recibían un trato respetuoso, y en que tales calidades contribuían a realzar la magnitud de la victoria y así se vivió la rendición del Rey Zagal ante los Reyes Católicos en Guadix.
No puede dejarse de mencionar respecto de Huéscar, ciudad de la convocatoria, que su conquista en 1435 por los cristianos alcanzó fortuna literaria de la pluma de Fernando del Pulgar al narrar entre las vidas de «los claros varones de España» la de don Rodrigo Manrique, padre del gran poeta Jorge Manrique, autor de las célebres coplas a la muerte de su padre. De nuevo cayó Huéscar años después bajo el dominio musulmán para ser retomada por los cristianos antes de la campaña de Baza, de ahí pasó el Rey Fernando a adorar la Cruz de Caravaca, por el mismo camino por el que han de caminar ahora los peregrinos en este Camino Espiritual del Sur.
Con todo, esta geografía y este paisaje cobra su mayor significación por su dimensión religiosa y espiritual. Vincula Caravaca de la Cruz con la Diócesis más antigua de la península ibérica. Hay que remontarse a la tradición de los siete varones apostólicos en el siglo I y destacando entre ellos la figura de san Torcuato.
Se encuentran en el Camino la extraordinaria catedral de Guadix, la Iglesia Mayor de Baza, la de Huéscar, que se ha denominado una «catedral de Toledo» en Granada, por su esplendor y dependencia de Toledo hasta el siglo XX. Por merced de Benedicto XVI por su hermanamiento con Santa María la Mayor de Roma, primer templo dedicado a la Virgen María, esta iglesia de Huéscar es templo jubilar perpetuo. Añádase a lo anterior la Real Basílica de Caravaca y otras muchas iglesias que guardan sus esplendores en las poblaciones del camino. Pero junto a esos espacios sagrados hay otros muy especiales como el paraje de Face Retama. Allí vivieron y meditaron numerosos obispos de Guadix, pues allí fue martirizado san Torcuato.
La tradición vincula su muerte con la aparición un olivo milagroso que florecía y daba fruto en un día. De la tradición del olivo milagroso de la que ya hablaban las crónicas árabes en el siglo XII, también se tiene documentada en el siglo XVI su historia en el lugar donde hoy se encuentra la ermita de las santas Nunilón y Alodía, a los pies de la Sagra, cuya devoción, que se mantiene viva, tiene origen en Navarros y Aragoneses que repoblaron la zona. Son innumerables los temas a relatar. Con ser mucho todo lo anterior ofrece este Camino al peregrino una vivencia personal profunda con la que dotar de mayor significación y sentido a su vida.