¿Por qué se usa incienso en Semana Santa y cuál es el origen de esta tradición religiosa?
Un fuerte y denso humo invade las calles y los templos, mientras se quema el mismo regalo que los Magos le hicieron al Niño cuando lo encontraron siguiendo una estrella
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La Semana Santa es una fiesta llena de tradiciones. Las procesiones y sus indumentarias, las imágenes de Cristo, su Madre, la Pasión. el indulto de un preso se suceden cada año y algo persiste en todas ellas.
Un fuerte y denso humo invade las calles y los templos, mientras se quema el mismo regalo que los Magos le hicieron al Niño cuando lo encontraron siguiendo una estrella. El incienso es uno de los elementos más habituales en celebraciones religiosas y su uso durante la Semana Santa tiene dos posibles orígenes. Uno es este, el de los Magos, pero otro lo relaciona con Juan el Bautista.
Una de los trabajos de su padre, Zacarías, que era sacerdote, era quemar incienso en algunas celebraciones mientras le tocaba servir en el templo o así lo cuenta el evangelio de Lucas. En una de sus jornadas, mientras se encontraba sobre el altar, se le apareció un ángel y le anunció que su esposa daría luz a un hijo, que se debía de llamar Juan.
El incienso es un elemento purificador y forma parte del uso ceremonial en Misas solemnes. Según explica el padre Sam en Catholic.com, además de para aromatizar el ambiente, el incienso se emplea para transmitir el sentido del misterio, sobre todo cuando es usado en la Eucaristía. Tras la nube de humo, lo que los ojos ven es el pan y el vino, pero en realidad se trata del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Desde el Antiguo Testamento se menciona el uso de esta resina aromática, y el libro del Apocalipsis lo recalca: «Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incensario, y lo llenó del fuego del altar».