Fundado en 1910
La abadía de Heiligenkreuz se ha convertido en un foco de espiritualidad

La abadía de Heiligenkreuz tiene más monjes que en toda su historia

La paradoja de Centroeuropa: abadías desbordadas de jóvenes e iglesias a la venta en eBay

El monasterio de Heiligenkreuz, en Austria, experimenta su mayor «boom» vocacional en casi 900 años de historia

El catolicismo en Europa Central se encuentra prácticamente arrasado y desaparecido. Esa puede ser la impresión que se forme un usuario de eBay cuando navegue por su web y se tope con la posibilidad de comprar un ordenador, un mueble para el recibidor de casa, una camisa con los colores en tendencia esta primavera... o una iglesia en Alemania por 395.000 €. «Precio negociable», aclara el anunciante, para evitar sobresaltos. El templo en cuestión, que incluye una casa parroquial y nada menos que un monasterio, se encuentra en Lispenhausen. Ya no hay monjas que habiten ninguna de sus ocho celdas.

La iglesia que se encuentra a la venta en Lispenhausen (Alemania)

La iglesia que se encuentra a la venta en Lispenhausen (Alemania)

A unos 700 kilómetros de ahí, sin embargo, se palpa una realidad completamente distinta. Nos encontramos en Heiligenkreuz, una abadía cisterciense austríaca que va camino de cumplir 900 años de existencia. Allí se ha producido un verdadero «boom» vocacional: cerca de 100 monjes habitan entre sus muros. Se trata de la cifra más alta desde su fundación.

«Quien viene a Heiligenkreuz no experimenta nada aburrido, sino una comunidad que se ha mantenido joven con un saludable abanico de edades», explica a la revista Omnes Maximilian Heim, abad del cenobio. Él es, en cierto modo, el artífice de esta primavera vocacional aunque, como corresponde a un buen religioso, se quita importancia: «No debemos pensar en términos de éxito y fracaso en relación con los monasterios, ya que las vocaciones no son una cuestión administrativa», explica. «Son una gracia inmerecida que no podemos crear nosotros mismos», sentencia.

Pero lo cierto es que las vocaciones florecen en este rincón de Austria, y decenas de jóvenes llaman a las puertas del monasterio tras sentir una llamada interior. «Cuando alguien pregunta qué requisitos tiene que cumplir, yo le digo con un guiño: «¡Que te puedes ir!». Es importante ver una posible vocación como una preferencia sobre otras posibilidades, porque el amor sólo puede crecer en una decisión libre», señala Heim.

Vigilias con 250 jóvenes

La abadía se ha convertido, desde hace 30 años, en el motor de la pastoral juvenil de la zona. Una vez al mes, «entre 150 y 250 jóvenes entusiastas se reúnen para alabar a Dios, escuchar su palabra, adorarlo en la Eucaristía y reconciliarse con Dios y entre sí en la confesión. Es como un curso básico de fe católica», explica el religioso. La velada comienza con himnos gregorianos y termina con una acogedora tertulia con pretzels y zumo de manzana. Algunos vienen desde más de 50 kilómetros de distancia, y otros se quedan a dormir en el monasterio. Los adultos están vetados: sólo pueden asistir con el permiso expreso de los organizadores, para que pueda desarrollarse un ambiente verdaderamente «joven».

Pretzels y zumo de manzana: la forma más austríaca de terminar las vigilias de jóvenes

Pretzels y zumo de manzana: la forma más austríaca de terminar las vigilias de jóvenes

Pero hay más: desde la actividad «Monasterios por un Tiempo» (Kloster auf Zeit) para realizar una experiencia vocacional, hasta celebraciones alternativas de Nochevieja, liturgias de Semana Santa y Pascua, adoración eucarística, rezos del rosario, acompañamiento de peregrinaciones y semanas espirituales deportivas, retiros de senderismo…

A todo esto se suma una faculta de Teología. Y no una cualquiera: la universidad de Heiligenkreuz es el mayor centro de formación para sacerdotes del mundo de habla alemana. La mayoría de los cerca de 300 estudiantes actuales son religiosos y candidatos al sacerdocio, y el propio Benedicto XVI la visitó en dos ocasiones: una en 1988, como cardenal, y otra ya de Papa, durante su visita a Austria en 2007, cuando le concedió el título de «Universidad de Derecho Pontificio». Por eso, en la actualidad, lleva el nombre del Pontífice alemán.

Celebración del pasado adviento en la abadía de Heiligenkreuz

Celebración del mercado de adviento en la abadía de Heiligenkreuz

«El fuego mariano de san Bernardo de Claraval resplandece entre vosotros… Donde está María, se da la conmoción de Pentecostés del Espíritu Santo, hay despertar y auténtica renovación», les dijo entonces Benedicto XVI. Y ese es el fuego que parecen haber mantenido los monjes cistercienses de esta centenaria abadía enclavada en el centro de Europa.

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