Los nuevos diáconos durante la ceremonia en la basílica de San Eugenio
20 nuevos diáconos del Opus Dei para la Iglesia: «Tengan un oído en Dios y otro en la gente»
Monseñor Hugo Nicolás Barbaro insistió en que el diaconado es un llamado y un entrenamiento para ser «alfombra donde los demás pisen blando»
el sábado 23 de noviembre, en la basílica de San Eugenio en Roma, 20 fieles del Opus Dei recibieron la ordenación diaconal. Provenientes de diversos países como Argentina, Australia, España, Hungría, Estados Unidos y Filipinas, estos nuevos diáconos comenzarán su misión de servicio pastoral. Monseñor Hugo Nicolás Barbaro, obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña (Argentina), fue el consagrante de esta emotiva ceremonia.
Durante su homilía, monseñor Barbaro destacó el espíritu de servicio inherente al diaconado y al sacerdocio, recordando que «Jesús no vino a ser servido sino a servir y a dar la propia vida». Animó a los nuevos diáconos a grabar en su corazón las enseñanzas de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, quien deseaba «ser el servidor de todo el mundo, sin distinción».
Subrayó además el consejo del Papa Francisco: «Servir quiere decir estar disponible, renunciar a vivir según la propia agenda… Dios habla a través de las necesidades de nuestros hermanos». El obispo insistió, citando las palabras del fundador, en que el periodo del diaconado es un llamado y un entrenamiento para ser «alfombra donde los demás pisen blando» y recordó que, para ello, «es necesario tener un oído en Dios y otro puesto en la gente».
Entrevista Ramón Díaz, futuro diácono del Opus Dei
El pequeño gran paso hacia el sacerdocio: «¿Hay alguna razón por la que no valga la pena entregarlo todo?»
Al término de la ceremonia, monseñor Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, expresó su gratitud al obispo consagrante y felicitó a los diáconos y sus familias. Resaltó que la esencia del diaconado radica en la imitación de Cristo, quien es «el modelo de servicio». Subrayó la importancia de la oración y la Eucaristía como medios para «agrandar el corazón, para que quepa toda la gente». También pidió a los familiares que acompañaran con oración a los nuevos diáconos en su preparación para el sacerdocio y expresó la alegría que esta ordenación seguramente generaría en san Josemaría en el cielo.
Entre los ordenados se encuentran representantes de diversas nacionalidades: Vincenzo Affinita (Italia), Stefano Baravelli (Italia), John Robert Bickford (Estados Unidos), Daniel Callejo (España), Ramón Díaz Perfecto (Hungría), Artur Escamilla (Australia), Santiago Fabregat (México), Ramón Fernández Aparicio (España), Luis García-Menacho Ariz (España), José María López-Barajas (Austria), Jose Miguel Marasigan (Filipinas), Robert Alvin Marsland (Estados Unidos), Ezequiel Mercau (Irlanda), Álvaro Orejana Martín (España), Pedro Perkins (Argentina), Santiago Populín Such (Argentina), Enrique Sañoso Vela (España), Antonio Santos García (España) Gonzalo Silió Pardo (España), Cristóbal Vargas Balcells (Chile).
