Francisco emprende una peregrinación inédita con los líderes de la Iglesia anglicana y presbiteriana
El Papa consolidará durante su viaje a Sudán del Sur la paz de la Comunidad de San Egidio
El Papa Francisco visita del 3 al 5 de febrero la nación más joven del mundo (nació en 2011), Sudán del Sur, con 11,5 millones de habitantes, tras una larga guerra de independencia, con un objetivo: romper esquemas históricos.
El Pontífice busca deshacer en pedazos el «esquema», que a veces se convierte en prejuicio, según el cual, los conflictos tienen su origen en las guerras de religión. Es un viaje sin precedentes en la historia del cristianismo: por primera vez, se convertirá en una verdadera «peregrinación ecuménica».
Ecumenismo de paz
Por este motivo, esta visita apostólica, la cuadragésima fuera de Italia en sus casi diez años de pontificado, es totalmente inédita: le acompañan Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, y Iain Greenshields, moderador de la Iglesia de Escocia (Presbiteriana).
Este testimonio de fe, esperanza, y amor, que quiere convertirse en «profético», tiene lugar gracias, entre otros factores, a la labor de mediación en el conflicto de Sudán del Sur, realizada por la Comunidad de San Egidio, mundialmente conocida por su papel decisivo en la paz que acabó con la guerra civil de Mozambique hace 31 años.
Mediación de la Comunidad de San Egidio
San Egidio surgió en el barrio romano de Trastévere, por iniciativa de un muchacho de 18 años, Andrea Riccardi, que en vez de reunirse con sus amigos en un bar, en torno a unas cervezas para cambiar el mundo, se daban cita para rezar y ayudar a los más necesitados.
La comunidad recibió en Roma, en el lejano 1994, la visita de quien se convertiría después en el padre de la independencia de Sudán del Sur, John Garang de Mabior, familiarmente conocido como Doctor John, quien había quedado muy sorprendido por la labor de mediación en Mozambique.
En ese momento, el sur de Sudán, de mayoría cristiana, se había rebelado contra la capital central, Jartum, que había impuesto brutalmente desde hacía años la ley islámica (el norte es de mayoría musulmana). Se trataba de una de las guerras más sangrientas y olvidadas del planeta.
El alto al fuego entre el norte y el sur del país llegó en 2005, con un acuerdo de paz. Quienes creían que estallaría la paz, se equivocaban. Tras el referéndum de independencia, en 2011, lo que estalló fue una terrible guerra civil entre los diferentes grupos étnicos del nuevo Estado soberano.
En 2018, se logró un paso decisivo en la pacificación civil de Sudán del Sur, gracias a un acuerdo que permitió la creación de un gobierno de unidad nacional entre los partidos de los dos principales contendientes y representantes de los mayores grupos étnicos, Salva Kür Mayardit y Riek Machar.
La mesa de la paz en Roma
Ahora bien, la paz todavía estaba lejos, pues este acuerdo excluía a partidos de la oposición, que consideraban el tratado como un mero reparto de poderes, un chanchullo. De este modo, la violencia armada de grupos paramilitares contra el gobierno siguió regando de sangre el joven país.
La Comunidad de San Egidio no se dio por vencida. Gracias a sus buenos oficios, el Papa Francisco invitó a todos los exponentes políticos del país, en abril de 2019, a participar en un retiro espiritual en el Vaticano.
Al final de este retiro, el Papa realizó un gesto perturbador y profético, inclinándose para besar los pies de los líderes e implorándoles que construyan juntos la paz.
Los resultados se recogieron a principios de 2020, cuando San Egidio consiguió sentar en la misma mesa al gobierno y a las oposiciones, para firmar la Declaración de Roma, el 13 de enero de 2020, que reconoce la legitimidad política de todos los grupos en la oposición.
Hoy día se dan todavía muchas violaciones del alto al fuego, que ponen en peligro la paz lograda por la mediación de San Egidio. Este es precisamente el objetivo del Papa en Sudán del Sur: consolidar el proceso de paz para que finalmente el Estado más joven del planeta, en el que conviven cristianos de diferentes confesiones, en particular católicos, anglicanos, y presbiteriano, pueda emprender el camino de la paz.