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El cardenal Angelo Becciu

El cardenal Angelo BecciuAFP

El cardenal Becciu, ante su próxima sentencia por malversación de fondos: «Nunca he robado»

La sentencia podría ser crucial en el Vaticano. Ahora se esperan las conclusiones y solicitudes de la defensa en la audiencia del próximo 6 de diciembre

El cardenal Angelo Becciu sigue defendiendo su inocencia. El primer cardenal juzgado en un tribunal del Vaticano, renunció a sus derechos cardenalicios en septiembre de 2020 debido a las acusaciones de malversación de fondos y abuso de funciones. Giuseppe Pignatone, presidente del Tribunal vaticano, emitirá sentencia del 11 al 16 de diciembre.

«Sigo declarándome inocente y puedo decir que nunca he robado, nunca he mejorado mi situación económica: no tengo mansiones, casas o apartamentos, y mis cuentas son muy modestas», declaró este miércoles, el cardenal Angelo Becciu, quien concedió una entrevista al noticiero TG1, de la cadena estatal italiana, RAI, respondiendo a las preguntas del vaticanista Ignazio Ingrao, donde reafirmó su honradez frente a la solicitud de 7 años y 3 meses de prisión por cargos vinculados a la compra de un palacio de Londres y fondos otorgados a Cecilia Marogna y a Caritas en Ozieri, Cerdeña, región de Italia, cuando entonces era Sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

Por su parte, el cardenal Becciu negó haber grabado una llamada telefónica que tuvo con el Papa y con intenciones de uso para fines de su defensa. El vaticanista Ingrao preguntó al cardenal defenestrado Becciu: «¿Por qué, con ayuda de otra persona (María Luisa Zambrano –su sobrina, hija de su hermana–, grabó una llamada con el Papa? (grabación que luego se escuchó en el aula del tribunal)». A lo que respondió: «Ya se lo expliqué al Papa. Y él entendió bien. Esa llamada ya estaba muerta, nadie sabía de ella. Yo nunca la utilicé, pero otros decidieron hacerla pública».

Asimismo, en la reciente entrevista, Becciu expresó orgullo por haber impulsado reformas vaticanas, criticando a las personas que consideraba impropias en el Vaticano y explicó haber sido señalado falsamente por aquellos que él consideraba los propios acusadores, confiando en ser absuelto y mostrando fe en el Papa. Becciu expresó: «El Santo Padre siempre me ha dicho en nuestras reuniones que tenga fe, que tenga fe».

Desde julio de 2021, el Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano ha estado juzgando a diez personas, incluido el cardenal Becciu, por una serie de irregularidades en la gestión de fondos vaticanos y la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres. Entre los imputados se encuentran Cecilia Marogna, Mauro Carlino, Enrico Crasso, Tommazo di Ruzza, Raffaele Mincione, Gianluca Torzi y René Brülhart. En septiembre, el Instituto para Obras de Religión (IOR), conocido como banco vaticano, solicitó que los imputados devolvieran alrededor de 700 millones de euros supuestamente malversados. En este caso, de ser hallado culpable, el tribunal podría requerir que el cardenal italiano reintegre más de 14 millones de esa cantidad.

El 22 de noviembre, la defensa del cardenal Becciu pidió la absolución durante la 80ª audiencia y en la que se ocupó de reconstruir los acontecimientos desde su punto de vista. «Hemos recapitulado dos años de proceso. Del juicio ha surgido de manera clara la inocencia del cardenal Angelo Becciu. Por todo esto, nuestra petición al Tribunal no puede ser otra: ¡absuelvan a un inocente!».

Los abogados del cardenal Becciu cuestionaron la base de las acusaciones presentadas por los fiscales del Vaticano durante el juicio. Se destacó que ninguna evidencia respaldaba la apropiación personal de fondos por parte del cardenal, refutando firmemente las acusaciones presentadas. En este contexto, los abogados sugirieron que Becciu fue víctima de una conspiración.

Los juristas refutaron uno por uno los cargos presentados contra el cardenal, cuestionando la lógica detrás de los desvíos financieros señalados. Argumentaron que Becciu actuó de buena fe, siguiendo procedimientos y obteniendo las autorizaciones necesarias, mientras que las acusaciones en su contra parecían ser producto de prejuicios más que de pruebas concretas.

En resumen, la defensa afirmó que Becciu actuó siguiendo los procedimientos y autorizaciones, mientras que las acusaciones parecen basarse en prejuicios más que en pruebas concretas.

Ahora se esperan las conclusiones y solicitudes de la defensa en la audiencia del próximo 6 de diciembre. Cabe reiterar que el pasado 26 de julio, el promotor de justicia Alessandro Diddi pidió una condena de siete años y tres meses de prisión para el cardenal y la inhabilitación perpetua de cargos públicos. La sentencia del Tribunal se llevará cabo a mediados de diciembre.

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