El Papa pide que la inteligencia artificial no anule el papel del periodismo sobre el terreno
Francisco ha alertado sobre el impacto de la IA en la información en una era «rica en tecnología y pobre en humanidad»
El Papa ha alertado sobre el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la información, en una época «rica en tecnología y pobre en humanidad», como ha manifestado en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, hecho público este miércoles por la oficina de prensa del Vaticano. Ha afirmado también que el uso de la IA puede contribuir positivamente al campo de la información «si no anula el papel del periodismo sobre el terreno».
En la nota, reflexiona sobre la llegada de la inteligencia artificial y sus logros, pero también de sus riesgos «como los deepfakes, la creación y difusión de imágenes que parecen perfectamente verosímiles pero que son falsas». Por ello, el Papa ha lamentado que esta época «corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad» y ha llamado a no confiar la interpretación que se hace sobre el mundo y las cuestiones de actualidad a «las máquinas».
Estas poseen, continúa el Pontífice, «una capacidad inconmensurablemente mayor que los humanos para almacenar datos y correlacionarlos entre sí, pero corresponde al hombre, y sólo a él, descifrar su significado», ha determinado. De esta manera, ha explicado que no se trata de exigir que «las máquinas parezcan humanas», sino más bien de «despertar al hombre de la hipnosis en la que ha caído debido a su delirio de omnipotencia, creyéndose un sujeto totalmente autónomo y autorreferencial».
La guerra paralela
Entre los peligros, el Papa ha hablado también de la guerra paralela que se hace mediante campañas de desinformación. Ha recordado también «cuántos reporteros resultan heridos o mueren sobre el terreno para permitirnos ver lo que han visto sus ojos. Porque sólo tocando el sufrimiento de niños, mujeres y hombres podemos comprender lo absurdo de las guerras».
En este contexto, el Santo Padre lanza algunos interrogantes para el campo de la información: «¿Cómo proteger la profesionalidad y la dignidad de los trabajadores del ámbito de la comunicación y la información, junto con la de los usuarios de todo el mundo?». El Papa también se pregunta «cómo hacer más transparentes los criterios en los que se basan los algoritmos de indexación y desindexación y los motores de búsqueda, capaces de exaltar o cancelar personas y opiniones, historias y culturas», «cómo garantizar la transparencia de los procesos de información» o «cómo hacer evidente la autoría de los escritos».
Sólo dando respuestas a estas preguntas, explica el Papa, se comprenderá «si la inteligencia artificial acabará construyendo nuevas castas basadas en el dominio de la información, generando nuevas formas de explotación y desigualdad; o si, por el contrario, traerá más igualdad, promoviendo una información correcta y una mayor conciencia del cambio de época que estamos viviendo».
El obispo de Roma ha llamado igualmente la atención sobre los fenómenos mediáticos hoy conocidos como «cámara de eco». «En tales casos, en lugar de aumentar el pluralismo de la información, corremos el riesgo de perdernos en un pantano desconocido, al servicio de los intereses del mercado o del poder». Para el Francisco, es «inaceptable» que el uso de la inteligencia artificial conduzca a un «pensamiento anónimo», a un «ensamblaje de datos no certificados» o a una «negligencia colectiva de responsabilidad editorial». Por ello, ha sentenciado que la «información no puede separarse de la relación existencial» porque implica «poner en relación no sólo datos, sino también las experiencias».