Francisco apuesta por el talento nacional: estos son los españoles con más responsabilidad en el Vaticano

el nombramiento del español –otro–, Benjamín Estévez de Cominges, como número dos de la secretaría de Economía del Vaticano, ha hecho engrosar la lista de autóctonos que tienen un cargo de responsabilidad en el Vaticano y en el Gobierno de la Iglesia desde la Santa Sede.

Francisco ha apostado por el talento español en sus casi once años de Pontificado. Estévez (Vigo, 1974) ha sido elevado este jueves a número dos del ministerio de Economía, también dirigido por un español, Maximino Caballero (Mérida, 1959). El extremeño fue nombrado prefecto del Dicasterio de Economía, el primer laico en ostentar el cargo, tras la salida de otro emeritense, Juan Antonio Guerrero (Mérida, 1959), que presentó su dimisión por «motivos personales». Así, se repite la dupla de españoles a los mandos de la Economía de la Santa Sede.

En la Secretaría para los Asuntos Económicos del Vaticano no hay ni uno ni dos españoles, sino tres. El director de Recursos Humanos es Luis Herrera Tejedor (Madrid, 1960). Su oficina es de reciente creación, de hecho, él es la primera persona en regentarla y tiene a su cargo a los más de 3.000 empleados que trabajan en el Vaticano.

De Economía a Gobierno

El anterior en ser ascendido fue el legionario de Cristo Fernando Vérgez (Salamanca, 1945), quien es desde otoño de 2021 presidente del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano. El responsable del Governoratto sucedió en el cargo al cardenal Giuseppe Bertello tras su jubilación. A Vérgez el cargo le llegó mayor, con 76 años, uno más de la edad contemplada para la jubilación. Quienes más conocen los engranajes del Vaticano dicen que esto no es sino una muestra de confianza hacia él y su buen desempeño para hacer funcionar el día a día del pequeño Estado pontificio. De la Gobernación del Vaticano dependen desde la Policía, los tribunales y departamentos técnicos donde trabajan arquitectos e ingenieros, hasta los bomberos, la limpieza o la gestión de los Museos Vaticanos.

No solo para las finanzas y el Gobierno Francisco confía en españoles para ponerlos al mando. Desde 2019, Miguel Ángel Ayuso (Sevilla, 1952) es presidente del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso. Este organismo es el encargado de las relaciones con otras religiones que no estén consideradas bajo el nombre de cristianas, a excepción del judaísmo, cuya competencia pertenece al dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, según indica la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium. Sin duda uno de los hitos de su carrera podría ser el de haber participado como principal representante del Vaticano en el restablecimiento del diálogo con el gran imán Ahmed el-Tayeb de la mezquita de Al-Azhar de Cairo. El fruto de este encuentro fue la declaración sobre la Fraternidad Humana, emitida de manera conjunta por ambos líderes religiosos en febrero de 2019 en Abu Dabi.

Dicasterios de fondo y peso

Desde hace 17 años, Juan Ignacio Arrieta (Vitoria, 1951) es secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos, es decir, fue Benedicto XVI quien le nombró y en 2017 Francisco le confirmó en el cargo. Este ministerio vaticano se encarga de promover y difundir el conocimiento y la recepción sobre el derecho canónico, tanto en la Iglesia latina como en las orientales.

Esta lista se cierra con nombres históricos en la gestión del Vaticano como el anterior prefecto para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, y el secretario hasta septiembre de 2023 del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, José Rodríguez Carballo. En el presente, hay también subsecretarios en varios dicasterios que son también españoles, como Carmen Ros Nortes (Vida Consagrada), Aurelio García Macías (Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos) o Luis Marín de San Martín (Sínodo de los Obispos).

Para organismos que dependen del Vaticano también han sido elegidos españoles como el director de Obras Misionales Pontificias (en su delegación ibérica), José María Calderón, o la encargada de reformar Cáritas Internacional, la pacense Amparo Alonso. No ha estado sola en esta tarea, sino que la ha llevado a cabo junto al comisario extraordinario Pier Francesco Pinelli y el padre jesuita Manuel Morujão tras el cese de la cúpula del organismo por fallas en la gestión de personal en 2022.