El Papa muestra su apoyo a los participantes del Festival de Jóvenes de Medjugorje
Aunque las apariciones de la Virgen en este santuario siguen sin estar aprobadas oficialmente por la Santa Sede, Francisco sostiene a los fieles que acuden allí
«En estos días intensos, reflexionen sobre el tema: 'María ha elegido la mejor parte'». Partiendo de la frase del Evangelio de san Lucas (10,42), el Papa Francisco ha redactado una carta a los participantes del 35° Festival de Jóvenes en Medjugorje en la que ofrece algunas sugerencias para el crecimiento espiritual de los fieles durante el evento.
El Festival de la Juventud de Medjugorje es un evento anual que se celebra en el santuario mariano de Medjugorje, Bosnia y Herzegovina, y está dirigido principalmente a jóvenes de todo el mundo, quienes se reúnen la primera semana de agosto para compartir su fe, participar en celebraciones litúrgicas y sacramentos, y vivir juntos momentos de oración.
El Santo Padre, en la carta que les ha dirigido, pone como ejemplo a dos Marías de las que habla el Evangelio: la primera es la Virgen, la Madre de Dios, la cual «acogió la Palabra de Dios en su corazón y participó en su plan, poniéndose ella enteramente a disposición cuando, en la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo».
La segunda María es la hermana de Marta y Lázaro, quien, a diferencia de Marta, que según el Evangelio estaba preocupada por las tareas del hogar, «se dio cuenta de que el Señor había llegado a su casa y deseaba también entrar en su corazón». Ella, remarca el Papa, «se sentó a sus pies para escucharlo, eligiendo así la mejor parte que no le será quitada».
«Ser discípulos auténticos»
Con estas dos figuras, Francisco insta a los fieles participantes en el festival a convertirse en auténticos discípulos de Cristo, permitiendo que Dios ilumine sus mentes y corazones para descubrir y colaborar en Su plan.
El Evangelio, en este caso, puede actuar como «una brújula que les muestre el camino a seguir». Además, les exhorta a fortalecerse con los sacramentos de la confesión y la Eucaristía, y a buscar el encuentro personal con el Señor a través de la adoración eucarística.
De esta forma, el Santo Padre explica que un discípulo auténtico «al hacerse sabio y fuerte en el Espíritu», transmite «el Reino de Dios a los demás». El Papa ha concluido el documento enviando a los jóvenes su bendición y confiando a María, Madre de la Iglesia, el cuidado de cada uno, para que interceda por ellos.