El cardenal Müller, prefecto emérito de la congregación para la Doctrina de la Fe
El cardenal Müller, contra las acusaciones de malversación de fondos: «No vine Roma a ganar dinero»
En una reciente entrevista, el purpurado ha afirmado que los que le acusan «no tienen argumentos en contra de mi ideología y, por lo tanto, quieren repudiar o difamar mi persona»
El cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto emérito de la congregación para la Doctrina de la Fe, desmintió las acusaciones de irregularidades financieras que surgieron tras su salida del cargo en 2017. Las acusaciones las ha vuelto a sacar hace un par de semanas The Pillar, un portal de información religiosa de Estados Unidos. En una entrevista emitida el pasado 8 de agosto por EWTN, Müller negó las alegaciones y las describió como una «estrategia de difamación». Aseguró que no existen pruebas de mala gestión de fondos y que todos los recursos de la congregación estaban debidamente documentados.
Müller, quien fue nombrado prefecto para la Doctrina de la Fe por el Papa Benedicto XVI en 2012, y no fue renovado por el Papa Francisco, comentó que las acusaciones por irregularidades financieras se remontan desde hace años y que todo se había aclarado con el cardenal George Pell, que por aquel entonces estaba al frente de la Secretaría de Economía. Ante las afirmaciones de que se movían grandes sumas de dinero en efectivo de forma inapropiada, el purpurado afirmó que «nadie se llevó un centavo» y que el dinero siempre estuvo en manos de un administrador de la oficina.
El cardenal también refutó la acusación de que se hubiera depositado dinero en cuentas personales, subrayando que las cuentas estaban destinadas a fines de la congregación y no a su enriquecimiento personal: «No vine a Roma para ganar dinero. Como obispo alemán, como sacerdote, tenemos nuestro sustento, y el resto de nuestro dinero es para dar, hacer caridad y no hacer dinero para convertirme en un hombre rico» Además, afirmó que el Papa Francisco no estuvo involucrado en ninguna investigación y que no recibió órdenes del Pontífice de devolver dinero.
Müller vinculó las acusaciones con sus crítica hacia algunos participantes del Sínodo de la Sinodalidad, señalando que estos ataques podrían ser una forma de desacreditarlo por su oposición a propuestas contrarias a la doctrina de la Iglesia: «Me pregunto si estas personas no tienen nada que hacer en su tiempo de trabajo aparte de organizar estrategias de difamación en lugar de hacer su trabajo para la Iglesia». Tras su gestión en la congregación para la Doctrina de la Fe, fue sucedido por el cardenal español Luis Ladaria Ferrer. Actualmente el dicasterio se encuentra bajo la dirección del cardenal Víctor Manuel Fernández.
