La tumba de san Pedro ya se puede ver desde cualquier parte del mundo
A partir del 2 de diciembre, el Santo Padre será el primero en mirar por primera vez la tumba del primer Papa a través del ojo de una cámara
La basílica Papal de San Pedro en el Vaticano ha dado a conocer su nuevo plan de comunicación, una ambiciosa iniciativa que combina tradición y modernidad para fortalecer su conexión con los fieles de todo el mundo. Este proyecto incluye innovaciones digitales, herramientas de accesibilidad, y nuevas plataformas de difusión que buscan acercar el corazón de la Iglesia a las personas.
Una de las grandes novedades ha sido la creación de un 'gemelo digital' de la basílica, que permite a los visitantes explorar virtualmente este espacio sagrado. Esta herramienta está integrada en un portal web renovado, www.basilicasanpietro.va, que busca convertirse en un punto de encuentro digital para los peregrinos y fieles.
Desarrollado por la empresa francesa Iconem, en colaboración con Microsoft, este innovador modelo de inteligencia artificial permite explorar virtualmente uno de los lugares más emblemáticos de la fe y la historia, con un nivel de detalle sin precedentes.
El ojo que permite ver a san Pedro
Sin embargo, entre las grandes novedades tecnológicas que se han presentado, destaca una especial: la instalación de una webcam en la tumba de san Pedro. A partir del 2 de diciembre, el Santo Padre será el primero en mirar por primera vez la tumba del primer Papa a través del ojo de una cámara, ofreciendo a las personas la posibilidad de conectar con el Apóstol y compartir intenciones de oración desde cualquier rincón del mundo.
En el discurso del cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica de San Pedro, leído durante la rueda de prensa de presentación de este nuevo plan de comunicación, se destacó que esta webcam «permitirá a la gente conectarse visualmente con el lugar que fue testigo de la sepultura del Apóstol y conserva su memoria, y permitirá a cualquiera compartir una intención de oración, un mensaje, una palabra amistosa con sus hermanos y hermanas de todo el mundo».
Por su parte, el padre Enzo Fortunato, director de comunicación de la basílica, describió este evento como «una experiencia íntima y multitudinaria», que permitirá a fieles de todo el mundo «acercarse al misterio del pescador que se hizo crucificar cabeza abajo para permanecer erguido ante su Señor», dando continuidad a una peregrinación «que se prolonga ininterrumpidamente desde hace dos milenios».
Una revista en la que el Papa escribirá a los lectores
Dentro de este marco de innovación, se lanza también la nueva revista Piazza San Pietro (Plaza San Pedro). Esta publicación busca ser un espacio de reflexión, abordando temas relevantes de la Iglesia y la sociedad. Como parte de su propuesta, incluirá editoriales, columnas y una sección especial en la que el Papa responderá mensualmente a las cartas de los lectores. La revista refleja un esfuerzo por fomentar una comunicación más directa y humana bajo el lema cor ad cor loquitur, que significa «el corazón habla al corazón».
Fortunato explicó que «la revista estará disponible en el Área Oficial de la basílica o a través de correo ordinario». Además, estará disponible en español e inglés. Como una revista moderna de la era de la globalización, Piazza San Pietro «quiere hablar a todo el mundo, a través de temas y firmas de personalidades internacionales».
El responsable de comunicación, además, definió la revista como «una publicación que construye diálogo, paz, acogida, inclusión, democracia y reconciliación, y que necesita la contribución de todos: de los fieles y de todas las personas que quieran ofrecer sugerencias, críticas o propuestas, tanto de los profesionales de la comunicación como de los pobres que viven en la Plaza de San Pedro». En relación con esto, anunció que la suscripción tendrá un costo de 30 euros, «aunque será gratuita para quienes no puedan permitírselo».
Otro pilar del proyecto es el fortalecimiento de la presencia en redes sociales. La basílica busca utilizar estas plataformas como un canal cercano y accesible, difundiendo mensajes a una audiencia global. Este enfoque digital se combina con un compromiso espiritual guiado por tres principios fundamentales: «La escucha de la oración, la mirada de fe y el tacto del peregrino».