¿Cuánto debe durar la siesta perfecta?
Los beneficios de echar una cabezada son múltiples: disminución del estrés, incremento de la productividad o descenso de ansiedad
Para muchos es sagrada, otros no la echan nunca y hay a quien le parece imposible no caer en sus brazos tras la comida. Aunque muchos estudios han demostrado la importancia de este descanso y sus beneficios, la siesta siempre suscita debate entre los que la veneran y la odian, y su duración es un punto controvertido.
Lo cierto es que existe una fina línea entre lo que puede ser un sueño reparador a primera hora de la tarde o una siesta profunda de las que uno se levanta desorientado y de mal humor. Esta práctica no entiende de edades ni de clases sociales y es más una convención cultural que se da debido a nuestros horarios de trabajo, de comida y de sueño. Aunque cada vez es menos habitual en nuestro día a día, la siesta continúa presente en nuestras casas, pero debemos de saber cuáles son sus ventajas e inconvenientes, así como los consejos para dormirla de forma saludable.
Ventajas
Los beneficios de dormir una siesta son múltiples: disminución del estrés, incremento de la productividad, descenso de ansiedad, reducción de la tensión arterial y refuerzo de la memoria, entre otros. Por ello, una cabezadita después de comer puede ayudarnos a afrontar la tarde despejados, con las pilas cargadas y buen humor.
Inconvenientes
Los efectos negativos de la siesta suelen estar asociados a un sueño de una duración excesiva. Esto provoca que afecte al descanso nocturno y derive en una noche de insomnio. Asimismo, al entrar en una fase de sueño profundo el cuerpo secreta grandes cantidades de cortisol, algo que puede hacer que nos levantemos de mal humor e incluso que se incrementen las posibilidades de sufrir un accidente cardiovascular.
Tiempo
La clave para que una siesta siente bien es su duración. Los tiempos varían según los expertos, pero las recomendaciones se mueven entre los 15 y 30 minutos. Un estudio de la NASA estableció la cantidad perfecta en 25,8 minutos, mientras que Sleep Foundation pone el límite en los 30 minutos. Y es que si sobrepasamos este tiempo, entraremos en una fase de sueño más profunda, lo que derivará en esa pesadez y desconcierto al despertar, además de los inconvenientes arriba mencionados.
De la misma forma, se recomienda evitar dormir en el sofá, con la tele encendida y la persiana subida. Para garantizar la efectividad del descanso durante esa media hora, es mejor hacerlo en la cama, en silencio y con oscuridad.
Los españoles no dormimos tanto
A pesar de que a los españoles se nos ha quedado la fama de dormilones, la realidad no es tal. Descansamos menos que la mayoría de nuestros vecinos europeos, concretamente siete horas y 13 minutos de media, según los datos recabados por la aplicación Sleep Cycle. Además, en una encuesta realizada por IPSOS para Philips en 2019 junto a la Sociedad Española del Sueño, un 58 % de los españoles asegura dormir mal. Ambos suponen un problema, ya que el descanso es esencial para el correcto funcionamiento de nuestra salud.