Las dudas del verano: ¿cuándo usar chanclas?, o ¿cómo evitar los hongos?
Consejos para evitar problemas en los pies en estos meses de calor
En verano, más que en cualquier otra época del año, debemos tener un especial cuidado con nuestros pies. La piscina, playa, el uso de chanclas o sandalias son cosas típicas de los meses de verano que tienen sus ventajas, pero también sus desventajas. El Colegio Oficial de Podólogos de la Región de Murcia ofrece una serie de consejos para evitar problemas en los pies en verano.
¿Cuándo debemos usar las chanclas?
Seguro que tienes unas chanclas de dedo listas para ponértelas para ir a la playa o la piscina. Son, sin ninguna duda, el complemento ideal y esencial para el verano. Lo cierto es que, su uso en lugares públicos, vestuarios, duchas comunes o para salir de la piscina, es ideal para mantener unos pies sanos y evitar la aparición de hongos en los pies.
Sin embargo, su uso continuado fuera de estas zonas puede provocarnos lesiones como la fascitis plantar o los esguinces debido a la inestabilidad para nuestros pies de este tipo de calzado.
Cuidado con el sol
Aunque no lo parezca, los pies también sufren la acción del sol y se queman. Es muy importante para nuestra piel el uso de la protección solar en todo el cuerpo, incluidos los pies. Nuestros pies se pasan todo el año cubiertos y protegidos por calcetines y calzado, por lo que cuando llega el verano y los exponemos al sol, son una de las partes más sensibles a este.
Cuidado con los hongos
En los meses de verano, los pies tienden a sudar más debido a las altas temperaturas, además, las piscinas o la playa nos hace tener los pies húmedos y en contacto con superficies de uso común. Es en estos momentos cuando los temidos hongos aparecen. Para prevenirlos debemos seguir una serie de pasos:
1-Secar bien los pies al salir del agua.
2-Llevar siempre chanclas para zonas de uso común.
3-Evita ir descalzo al gimnasio, duchas, etc.
4-No compartir toallas ni calzado.
5-Acudir al podólogo.
Si bien los hongos más comunes en verano suelen ser el pie de atleta y la tiña, aunque no debemos olvidarnos del papiloma, con el cuál debemos tener especial cuidado y acudir al podólogo ante la duda.
Rozaduras
Al tener nuestros pies más expuestos es posible que se produzcan rozaduras, especialmente al principio al pasar de calzado cerrado a las sandalias. En la mayoría de los casos las rozaduras no suelen producir ningún problema, pero hay que curarlas y prestarles atención por si acaso, especialmente en personas con diabetes o problemas de circulación.
Es importante cuidar y preparar los pies para el verano, de esta forma evitaremos lesiones o problemas producidos por el calor, la humedad o el calzado. No olvides acudir al podólogo para que revise tus pies y pueda detectar y tratar cualquier problema.
Revisión por un podólogo
Es importante realizar revisiones con nuestro podólogo para poder detectar, tratar y prevenir posibles lesiones en el pie. Con el calor dejamos el calzado cerrado y utilizamos sandalias, este tipo de calzado, a menudo, nos proporciona menor estabilidad en el pie, especialmente si llevan tacón. Además, los baños en piscinas o la playa pueden provocar la aparición de hongos en los pies. Debemos acudir al podólogo ante cualquier molestia o síntoma que nos indique que algo no está bien, pero también para saber cómo pisamos y qué tipo de calzado es el más adecuado a nuestros pies.