El motivo por el que es importante incluir patatas en la dieta semanal

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) afirma que una dieta saludable se basa en el equilibrio de los nutrientes y de los alimentos que los contienen. La fruta y verdura son una parte muy importante debido al aporte de hidratos de carbono, vitaminas y minerales, fibra y agua. Los médicos recomiendan un consumo diario de cinco raciones de fruta y verdura.

El endocrino Juan José López Gómez, explica en un documento de la SEEN, cómo se pueden repartir frutas y verduras a lo largo del día: «Una manera de repartir esta cantidad en una distribución de 5-6 comidas diarias podría ser con una ración de verdura en comida y cena (dos raciones) y una ración de fruta en desayuno, comida y cena (tres raciones), o en alguna de las entre horas (media mañana o media tarde).

¿Son todas las frutas y verduras iguales?

Ahora bien, ¿son todas las frutas y verduras iguales? A este respecto el médico explica: «No se debe caer en el error de hablar de frutas o verduras malas o buenas; es necesario conocer sus características generales y la realización de un consumo equilibrado de las mismas» y añade: Existen frutas con una mayor cantidad de fructosa y, por tanto, una mayor carga calórica como plátano, uvas o cerezas pero esto no significa que haya que eliminarlas de la alimentación, sino que la cantidad que consideremos como ración debe ser más pequeña. En el grupo de las verduras ocurre una circunstancia similar».

Qué pasa con las patatas

Las patatas tienen fama de causar aumento de peso y de provocar un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y, a menudo, se encuentran en las lista de alimentos que se deben evitar, especialmente las personas con resistencia a la insulina y que están a dieta. Sin embargo, diferentes investigaciones han echado por tierra los argumentos contra este tubérculo.

Una investigación publicada recientemente en Frontiers in Nutrition subraya el papel único que desempeñan los vegetales con almidón como vehículo vital para los nutrientes esenciales.

Utilizando análisis de modelos de menú, el experto en nutrición Keith Ayoob, profesor de la Facultad de Medicina Albert Einstein, demuestra las implicaciones en el mundo real de eliminar las verduras con almidón de la dieta y cambiarlas por alimentos a base de cereales.

Patatas vs cereales

¿Los resultados? Reemplazar las verduras con almidón por alternativas a base de cereales, incluidos los alimentos integrales, durante un día provocó una disminución del 21 % en el potasio, una disminución del 17 % en la vitamina B6, una caída del 11 % en la vitamina C y una reducción del 10 % en la fibra.

«Es tentador pensar que todos los alimentos con carbohidratos son intercambiables pero estos alimentos se clasifican en diferentes grupos de alimentos por una razón; quizás lo más importante es que tienden a tener contenidos de vitaminas y minerales muy diferentes» afirma Ayoob. En comparación con los cereales, las verduras con almidón, como las patatas, tienden a tener un mayor contenido de potasio que su ingesta inadecuada se asocia con mayores riesgos para la salud. También pueden proporcionar una excelente fuente de vitamina C.

La calidad de las proteínas de las patatas es notablemente superior a la de los cereales

Además, aunque ninguno de los grupos se considera una fuente importante de proteínas, la calidad de las proteínas de las patatas es notablemente superior a la de los cereales, comparable en calidad (medida por el «valor biológico») a la proteína del huevo y la leche. Y aunque las opciones de alimentos de ambos grupos pueden ayudar a agregar fibra a la dieta, los cereales también ofrecen beneficios nutricionales únicos y, por lo general, ofrecen más tiamina, zinc y vitamina E.

«Como suele ser el caso en el mundo de la nutrición, la orientación se reduce al equilibrio, la variedad y la moderación, lo que puede parecer aburrido, pero los tres beneficiarían los estilos de alimentación de la mayoría de las personas», añade Ayoob. «Es importante obtener la combinación adecuada de vegetales y granos e incluir vegetales con y sin almidón para ayudar a garantizar que cubramos nuestras necesidades de macronutrientes y micronutrientes».

Además de demostrar diferencias clave en las contribuciones de nutrientes de las verduras con almidón y los alimentos a base de cereales, la perspectiva analiza las distinciones en la estructura química, las aplicaciones culinarias, los beneficios económicos y la relevancia cultural de cada grupo de alimentos.